Nos haremos amigos para siempre de la estrella Oriente, y de Zabulón el pastorcillo tonto, del borrico Moreno y de la lavandera Salomé (para ella yo sé en quien se inspira el autor y esto me hace agradecerle más su trabajo). Su belén tiene también figuras rotas y torcidas, y sufrimos por ellas, y momentos bellísimos como la coronación de la Señora. A mi esta vez me ha parecido de las mejores la historia de Simeón.
La Navidad es algo precioso y los hombres sólo podemos acercarnos de puntillas al misterio e intentar comprender algo. Los que llegan más lejos son los hombres-niño. Este breve librito es una manera de hacerlo con gran belleza y gran verdad.
Mis mejores deseos para todos los lectores de Pasen y lean.