Antes de escribir este post he echado un vistazo al post del año pasado por estas fechas y… ¡Menudo año!
El año pasado, por estas fechas, entraba en quirófano; el año pasado vivía en Madrid y por estas fechas, deseaba pasar unos días en mi casita de la Alcarria si el post operatorio me lo permitía. Todo estaba en el aire a estas alturas…
Este año tengo una vida completamente nueva. Vivo en la costa, en mi pueblito bueno, Benidorm. La operación fue magníficamente, gracias a Dios (en unos días tendré revisión y espero que todo siga igual). Y esta Semana Santa no estoy pensando en ir a pasar unos días en mi casita de la Alcarria. No necesito la desconexión porque vivir en la costa es vivir en constante desconexión.
De lo que sí tengo ganas es de ese viaje a Madrid para la revisión, pues podré volver a abrazar a los amigos que dejamos allí
A lo dicho ¡Vaya año!
Para el blog ha sido un cambio muy grande ya que mis contactos están en Madrid y todavía no he hecho ninguno aquí. Eso supone que no me invitan a presentaciones y, consecuentemente, no tendré tantos productos nuevos para analizar. No os asustéis, que probar cosmética me encanta solo que tendré menos trabajo pues analizaré los productos que me vaya comprando
Además, nos estamos dando tiempo para redescubrir nuestra tierra y ver cuánto ha cambiado en estos casi treinta años que llevamos fuera de ella, viniendo únicamente de visita. De momento, está siendo una tarea muy gratificante
Cuatro meses llevo en mi casa nueva y todavía me parece que estoy de paso. Es como si de un momento a otro todo fuese a desaparecer y me dijeran que solo ha sido un sueño. No me importaría, pues en Madrid vivíamos bien, pero… Me entendéis ¿verdad?
Para Ginny Bennet también ha sido un cambio. Mi cueva no es tan oscura, entra mucha luz y me da otras sensaciones a la hora de escribir. No he publicado nada nuevo de momento porque la novela que terminé antes de la mudanza, quiero presentarla a algún concurso y, también, porque estoy haciendo un taller de novela policiaca de la gran Ana Bolox que me tiene absorbida. A ver si cuando finalice el taller sale mi séptima novela y os la puedo enseñar
Y, bueno, no puedo escribir un post para desearos una estupenda Semana Santa sin hablar de las torrijas
Tengo muchas granas de desayunar una de nuestras torrijas sentados en la nueva terraza la mañana de Jueves Santo. Y después ir a casa de mis padres a comer y ver la tonelada de ellas que habrá hecho mi madre porque siempre cree que somos un batallón hambriento
Por nuestra parte, nos vamos a centrar en crear nuevos recuerdos y tradiciones. Sabemos que va a ser fácil y divertido. Mi casa de la Alcarria tendrá que esperar un poquito para que la visitemos. Y bueno, si a alguien le interesa, está en venta pues no nos es fácil ir hasta allí tan a menudo como se merece
Así que sí. ¡Vaya año!
Este post me ha salido un poco nostálgico, perdonarme. Deseo que paséis una estupenda Semana Santa y que la disfrutéis como si fuese la última, pues nunca se sabe
¡Besos! Nos vemos en el siguiente post.