Soy madre
Soy feliz
Soy mujer
Soy bloguera
Soy multitaerea
Soy escritora
Soy periodista
Soy amiga
Soy pareja
Soy emprendedora
Soy inventora
Soy animadora
Soy facebookera
Soy tuitera
Soy asesora
Soy investigadora
Soy lectora
Soy tribu
Soy todas estas cosas y muchas más. En la red y en mi maternidad he encontrado un nuevo sentido a mi trayectoria vital y he tratado de compartirla con otras familias a través de este blog. Un cuaderno de ruta que tiene la lactancia materna como principal temática, pero que trata también otros muchos temas, a medida que evoluciona mi maternidad.
La lactancia abrió mis ojos a un mundo nuevo. Fue el hilo de Ariadna, con el que, a modo de cordón umbilical etéreo, mi hijo me comenzó a nutrir a mi, invirtiendo la corriente que se había producido durante nueve meses en el útero. La lactancia fue el camino que llenó mi cuerpo de oxitocina, que terminó de activar el cambio cerebral, que volvió mi mundo cabeza abajo y dio un vuelco completo a mis valores y principios.
De ahí mi afán por distribuir información veraz y contrastada, pero también teñida de mi experiencia personal y de la interpretación con la que yo miro la vida. Información veraz y contrastada porque en mi vertiente periodística me enoja profundamente encontrarme un ámbito tan teñido de medias verdades, prejuicios y mitos como el de la lactancia. Pero también con la interpretación de mi visión personal, porque creo que en la lactancia la voz de madre a madre tiene mucho más valor que cualquier discurso frío sobre "las ventajas de la lactancia materna". También porque somos las madres las que estamos retomando las riendas de este entorno de la crianza y comenzando a compartir y a crear un nuevo paradigma de la lactancia materna como el comienzo normal para la vida de nuestros hijos.
Al igual que con la lactancia y mi crianza, mi blog ha ido evolucionando hacia temas tangenciales e importantes en mi vida: colecho, porteo, educación, respeto, etc.
A veces tengo complejo de "chapas", porque releo mis posts de cuatro o cinco folios en editor de textos y me parece que hablo/escribo demasiado. Pero quizás la pasión con la que me implico en ciertos temas me impide la capacidad de resumir. A pesar de esa pasión, escribir muchos de estos temas siempre me cuesta una gran inversión en tiempo, pero también en investigación (a veces de semanas de duración) e incluso emocional.
Lo que doy y publico en la red lo hago de manera altruista. Nunca he activado publicidad, nunca he vendido mis principios a empresas a cambio de post patrocinados (quizás porque tampoco hay muchos intereses económicos en el mundo de la lactancia), lo que me ha permitido la libertad de dar siempre mi opinión sin tapujos y sin pelos en la lengua.
Pero el post de hoy, además de autobombo, va de pedir. Va de pedir a todas esas personas que leen con gusto, disfrutan de mis posts o incluso los utilizan como fuente de información fiable para resolver sus dudas. Hoy os pido que si realmente mi pasión y mi implicación os ha tocado en algún momento dado, que me dediquéis apenas un par de minutos de vuestro tiempo para votar por mi blog (o por cualquier otro que lo merezca más si así lo consideráis) en el II premio Suavinex Madres (y Padres) Blogueros y Felices.
Se trata de un concurso en el que esta firma ofrece un viaje a Disney para la familia bloguera que se encuentre entre las más votadas y sea considerada merecedora del galardón por un jurado al efecto. No paso por alto el hecho de que sea una estrategia de relaciones públicas para aumentar el prestigio y reputación de su firma, imbuyéndose de los valores que transmitimos las madres blogueras y llegando a su público potencial a través de un canal muy efectivo y potente de comunicación. No se me escapa. Pero también es cierto que el premio me parece también una excelente oportunidad de devolver a mi familia, a mi marido y a mis hijos, algo de todo lo que les quito cuando dedico el tiempo al blog, o al grupo de lactancia, o a resolver las dudas que me enviais algunas mamás o cuando voy a algún congreso, etc. Obviamente, yo hago todo esto porque quiero. Igual que el resto de las madres que confluímos en este certamen. Lo hago porque quiero, porque me gusta, porque lo disfruto, porque me hubiera gustado leer hace mucho tiempo todas estas cosas que yo escribo ahora. Y seguiré haciéndolo reciba los votos que reciba, gane o no gane. Mi vida seguirá siendo la misma, mi blog seguirá siendo tal y como es. Pero eso no me quita una ilusión similar a la que sentía de pequeña la noche antes de que llegaran los reyes magos. Y bueno, cierto es que también me gustaría que, como el año pasado, ganara un blog lleno de confianza y respeto por los niños, un blog de una madre (o padre) que considere a sus hijos como personas desde el primer día, que no este plagado de calificativos descalificativos (valga la redundancia) o despectivos hacia los pequeños. Un blog que vaya más allá de la anécdota personal de lo que come o no un bebé y haga una reflexión positiva, enriquecedora y que ayude a otras madres a navegar por las aguas de la maternidad, basada en el cariño y en el respeto, con ánimo constructivo y divulgativo.Si me votáis, muchas gracias. Cada visita, cada comentario, cada estadística es un voto que me ayuda a seguir con ilusión este camino, vaya a Disney o no. Porque el público que está al otro lado, los que leeis estas páginas con cariño y atención dais el sentido a los millones de letras que conforman este blog. ¡¡¡Gracias!!!