Feminismo islamista.

Publicado el 21 diciembre 2016 por Torrens

Por suerte o por desgracia, debido a mi larga estancia en Oriente Medio y haber leído el Corán, sé cuatro cosas sobre el Islam, y a causa de todo ello y sin comerlo ni beberlo soy islamófobo.

La islamofobia es la única fobia que se adquiere por el mero hecho de mencionar el objeto de la fobia, aunque se diga estrictamente la verdad. No hace falta odiar el objeto de la fobia ni inventar barbaridades, con describir la realidad sin añadir absolutamente nada, uno ya es islamófobo. Como ejemplo un tweet recién colgado por Kenneth Roth  director de Human Rights Watch en relación con el ataque terrorista en Berlín. La soberana estupidez dice así:

✔@KenRoth

Vicious circle:
Terrorists attack.
Islamophobes blame Islam.
Just what terrorists want to aid recruitment.
Repeat.http://bit.ly/2hDJ03b 

17:04 – 20 des. 2016

Circulo vicioso:

Ataque terrorista.

Los islamófobos culpan al Islam.

Justo lo que quieren los terroristas para poder reclutar más.

O sea, todos los que habéis ligado el ataque al Islam, que somos todos, los propios terroristas incluidos, somos islamófobos porque un montón de idiotas buenistas decidieron hace tiempo que islamófobo es aquel que menciona el Islam sin dejar bien claro que es una religión de paz y amor.

No me extraña nada la caída en picado de las izquierdas en las últimas décadas, porque aparte haber sido incapaces de ni tan solo hacer cosquillas a un liberalismo salvaje que nos ha llevado al desastre, temas como su postura frente al Islam dejan claro que ignoran la realidad hasta tal extremo que a sus seguidores los transforman en creyentes de algo parecido a un catecismo.

Repetidamente he manifestado mi desconcierto ante la postura de la izquierda frente al Islam, pero hay un grupo social cuya defensa casi fanática del Islam todavía me cuesta más entender, y está muy por encima de mi capacidad de comprensión: las mujeres.

En prácticamente todas las ocasiones en que he dado mi opinión sobre el Islam alguien la ha rebatido, y curiosamente de los que han expresado opiniones contrarias la gran mayoría son mujeres, con lo que he llegado a la conclusión que muchas mujeres, sean o no de izquierdas, no toleran la más mínima crítica al Islam.

Recientemente ha leído dos noticias en Facebook que son verdaderos botones de muestra de este feminismo islámico. En el primer caso se trataba de la líder de un grupo alemán de feministas de base anarquista, cuyo nombre no me apunté ni me interesa, que daba una explicación digna de intenso tratamiento psiquiátrico con suma urgencia. La tipa se refería a los muchos casos de mujeres alemanas violadas por refugiados musulmanes que además habían sido asesinadas por el violador y lo ¿¿¿razonaba??? de la siguiente forma: la Ley Coránica con frecuencia condena a muerte a la mujer violada por haber incitado al violador, y al asesinar a la mujer que acaba de violar le evita la ejecución a menudo por lapidación. Me aseguré que tamaño desvarío era en serio y la feminista no lo decía de cachondeo, porque encima la tremenda aberración concluía con una llamada a respetar las tradiciones y la cultura de los refugiados. No creo que en lo que me queda de vida pueda conocer estupideces más monstruosas que esta.

El segundo ejemplo de Facebook se trata de un artículo con el título ¿Por qué odian las religiones a las mujeres?, de una tal L. Fuensanta Hernández, ilustrado con una mujer desnuda crucificada como Jesucristo, cuya tesis, según reza el título es el odio y menosprecio que las grandes religiones muestran hacia las mujeres. Sobre una base cierta, porque es indudable que dicho desprecio es real, hace un montaje sumamente demagógico. Con la excusa que es la religión de nuestra cultura se refiere al catolicismo aunque varios de los ejemplos que pone fueron superados hace siglos. Con la excusa de unas manifestaciones de hace varios años de un arzobispo de Santo Domingo, México, Nicolás de Jesús López Rodríguez, llega al extremo de afirmar que el cristianismo condena la mujer violada. Al final del artículo, y después de haber mencionado de pasada el judaísmo, pero sin hacer la más mínima mención del Islam, concluye que todas las grades religiones tratan a la mujer por igual, con lo que los idiotas que lo lean llegarán a la conclusión que eso de condenar a muerte a la mujer violada y la muy larga lista de barbaridades que el Islam aplica a la mujer no son peores que la discriminación de judíos y cristianos contra la mujer, argumento, por cierto, muy usado por las feministas islámicas: todas las religiones las tratan igual de mal, aunque olvidan que una, el Islam, las condena a muerte.

Creo que a pesar de la decadente izquierda y las feministas islámicas, las barbaridades del Islam radical son tantas y tan variadas que con o sin islamófobos los europeos están empezando a darse cuenta de la realidad del Islam, y de que el riesgo no es tropezarse con un ataque terrorista al doblar una esquina, sino que nos acaben dominando y nos obliguen a regresar a la Edad Media