Al llegar a la juventud, Thenevan era hermoso de cuerpo y más aún de alma. Toda su afición estaba puesta en la oración y la vida contemplativa, pero siempre tenía enfrente a la indecorosa duquesa de Arondel, quien constantemente le pretendía llevar a su lecho con promesas, regalos y hasta amenazas. Entonces Thenevan pidió a Dios perder su belleza exterior para que la mujer lo dejara en paz, y Dios le envió la enfermedad de la lepra, desfigurándose su rostro. Debido a esto, la duquesa lo despreció y su familia lo repudió, echándole del castillo familiar.
Thenevan se dirigió al monasterio de San Karanteg (16 de mayo), para pedir misericordia y vivir de las sobras de los monjes mientras vivía alejado. Pero he aquí que al llegar al monasterio, el chico quedó curado de la lepra y recuperó su lozanía y belleza. Fue admitido como monje, para su gran alegría y en poco tiempo ya era religioso ejemplar. Allí vivió varios años, pero su deseo de soledad le llevó a pedir la autorización para ser eremita lejos. Cruzó el canal hacia el continente y se estableció en la Bretaña, esa tierra rica en santos eremitas y apóstoles. Allí se retiró a un bosque cercano al río Elorn. Pero su vida santa, sus milagros y sabias palabras pronto le sacaron del anonimato y se hizo muy conocido y querido en la región. Y más que luego de sus piadosas oraciones librara a la ciudad de Plabennec del asedio de los bárbaros.
En 616 murió San Goulven (1 de julio), el obispo de Léon y Thenevan fue elegido para sucederle. El santo se negó, pero luego de pedir consejo a santos prelados, estos le convencieron de que el mismo Espíritu Santo era quien le elegía. Siendo obispo construyó dos iglesias, una donde había vivido como ermitaño y otra en Plabennec. En esta iglesia ocurrió un portento que tuvo al santo como protagonista: ocurrió que el presbítero de este templo llevó la Eucaristía a una persona enferma. Llovía y hacía viento, por eso el cura no se dio cuenta de que en el camino había perdido la hostia sino cuando llegó a casa del enfermo. Regresó inmediatamente rebuscando por el camino, pero no logró hallar la Sagrada Forma. Entonces fue adonde su obispo, nuestro Thenevan, para confesarle su descuido y pedirle consejo. Entonces Thenevan se puso en oración pidiendo a Dios solucionara aquello.
Thenevan libra a la ciudad
de los invasores.
Thenevan falleció sobre 635 y fue sepultado en la misma Plabennec, donde se veneraron sus reliquias hasta el siglo IX, cuando fueron trasladadas a Meloüet por miedo a los vikingos. Luego volvieron a Plabennec. Se le invoca contra la lepra, calambres y dolores de pecho.
Fuentes:
-"Dix mille saints: dictionnaire hagiographique". A. SIGIER. 1991.-http://heiligen-3s.nl
A 16 de julio además se celebra a:
B. Claudio y Lázaro,
cartujos mártires.
San Heller, mártir.
Nuestra Señora
del Monte Carmelo
S. M. Magdalena Postel,
virgen fundadora.