Este pasado fin de semana he acudido, por primera vez, a la feria Bebés y Mamás en el recinto ferial de Montjuic, Barcelona.
Es una feria a la que llevaba tiempo mirando con recelo debido a la búsqueda infructuosa de mi embarazo, pues no le veía sentido acudir si no iba a ser mamá. No obstante, el año pasado que sí que estaba embarazada, tampoco me vi con fuerzas de asistir.
¿Recordáis aquel post que escribí sobre el embarazo de una infértil? Embarazo e infertilidad en la misma frase, ¡qué gracia!
Estar embarazada fue una maravilla, pero jamás dejé de tener miedo. Y no me refiero al miedo que tienen todas las mamás de que sus hijos lleguen sanos al mundo, porque eso se tiene por descontado, sino al miedo de “y si lo pierdo, ¿volveré a poder conseguirlo alguna vez más?”
Saber que mi gran deseo lo había logrado gracias a la ciencia, y que aunque barajase buenos porcentajes de éxito, jamás sabría si estaría entre esos números, hace que mi embarazo, y ahora mi hijo, sean un tesoro, una joya. Y yo me siento como Gollum diciendo “es miiiiiiiioooooooo”. Aún hay días que me da por llorar recordando, pero eso es otra reflexión que escribiré otro día.
Hoy no me enrollo más y voy a contaros como fue la feria. Si no os apetece leer, abajo os dejo el vídeo que subí el sábado por la noche. Dura 10 minutos, pero hablo con representantes de algunas marcas y cuento con la presencia de dos grandes bloggers. Yo creo que os reiréis
A lo que iba, ¿merece la pena asistir a una feria de este tipo?
Yo creo que sí. Ya que allí podemos ver una gran cantidad de productos de puericultura, tocarlos, probarlos e incluso conseguir importantes descuentos.
También es verdad que no estaban TODAS las grandes marcas de puericultura, tengo entendido que la feria “más mejor” es la de Madrid, pero de allí podemos salir con bastantes dudas aclaradas.
Eso sí, hay que ir con la mente abierta y con mucha calma, porque gente hay para dar y vender. Además, en algunos stands regalan cosas solo por dar el correo electrónico (cosa que parece una tontería, pero ojo, por un chupete estamos dejando que nos envíen newsletters varias o incluso spam a nuestra bandeja de entrada… no es oro todo lo que reluce).
La ventaja más grande que le veo a la feria es en el tema de carritos. Puedes probarlos, plegarlos, sopesarlos, y diréis, “eso también se hace en una tienda”. Sí, pero en una tienda encontrarás x carritos y en una feria de este tipo siempre habrá más por el simple hecho de contar con una gran extensión. Además, los representantes de las marcas resolverán todas vuestras dudas sin ningún problema con la ventaja de que no vendrán a atosigar como en una tienda, pues aquí sois vosotros quien se acerca a ellos.
La otra ventaja es la de conseguir productos más cotidianos (chupetes, biberones, tetinas, muselinas, etc.) a precios mucho más económicos. Por ejemplo, ¿verdad que conocéis esa marca de muselinas tan suaves y que es tan famosa? Pues tenían outlet, 5€ las normales y 10€ las de bambú, las más suavecitas. Esta oferta en concreto me gustó mucho.
Y en general, aunque yo iba más bien con prisa por verlo todo y volver a casa con Bichito (quien se negó a tomarse la leche que le había dejado y por tanto estuvo desde las 9:30 hasta las 14h sin comer), es una feria muy útil a la que sí que os recomiendo ir.
¿Qué opináis de este tipo de ferias? ¿Habéis acudido alguna vez? ¡Contadme vuestras experiencias!
Para acabar, os dejo un vídeo donde podéis ver un resumen de cómo transcurrió la mañana.