Este año, como todos los anteriores, mi madre ha celebrado su cumpleaños con una visita a la feria de San Lorenzo. Fería que todos los 10 de agosto nos muestra lo mejor de la gastronomía vasca. Visitas obligadas: manzanas y sidra, pimientos verdes, txakolí y por supuesto el pastel vasco, las rosquillas y los coquitos de Mañeko.
Nada como un talo con txorizo, para terminar la mañana y celebrar al patrón de los cocineros.