Estos días han firmado o se disponen a estampar su rúbrica o pasarán el trance de mirar a las musarañas, en extraño acto de propaganda cultural, mientras se sienten observados a quemarropa por los casuales visitantes un montón de autores de la tierra, desde Pilar Vera hasta Luis García Gil, Daniel Heredia o Javier Castro, por citar a varios amigotes.
El mar de Cádiz y el universo de Borges, bonita ecuación. La Feria respira por la herida hispanoamericana, a un salto del Doce. De las otras ferias, ni hablar. Arena en los ojillos.