Por lo general y siendo ya una tradición en la familia de mi esposa, siempre el 28 es almuerzo parrillada en la casa de mis suegros, ya es casi un "MUST" para esa fecha y es algo que se viene cocinando con varias semanas de anticipación, no hay forma de cambiarlo. Dejando de lado el compromiso familiar de esa fecha, es cuando empieza lo divertido del fin de semana, debemos buscar lugares a donde ir.
Esta vez decidimos ir hacia el sur, hacia Lurín, en la búsqueda de uno de esos restaurantes campestres con juegos y áreas verdes para los pequeños, como no sabíamos exactamente adonde ir solo teníamos la intención y la ruta. Ya llegando a la zona de desvío donde empiezan las instalaciones masivas de lugares para almorzar empezamos a recibir y revisarlos volantes con las diferentes posibilidades culinarias que te van repartiendo en el camino, incluso íbamos corroborando contra las mismas páginas web de esos diferentes locales. Hubo uno que nos llamó bastante la atención, sobre todo por lo que aparecía en su página y por las fotos, siempre es bueno ir a nuevos lugares, aunque a veces pecamos de inocentes, esta vez no sabíamos que tan lejos teníamos que ir, pero como ya estábamos a medio camino, decidimos seguir en ruta hasta donde fuera necesario.
Ya de regreso a nuestra rutina de fin de semana, nuestro sábado fue de ciudad, nos tocó caritas pintadas, Coney Park y YuKids como casi todos los fines de semana, como tienen diferentes locales por toda la ciudad es fácil rotar de un local a otro, diferentes atracciones en diferentes fechas no lo hacen tan rutinario. Ya para cerrar con broche de oro, misma cereza sobre el pastel, Mara termino disfrutando de una hora a caballo en el club Hipocampo en Chorrillos, donde ella y nosotros terminamos más que enterrados, más nosotros que ella porque íbamos a pie, ella era la que disfrutaba del caballo y de la vista privilegiada del asiento de piloto, fue una bonita experiencia, creo que podremos repetirla más adelante.
En resumen, fue un fin de semana diferente, logramos disfrutar del tiempo en familia, jugamos hasta agotarnos y termínanos súper felices, que es lo más importante. Ahora a esperar el siguiente feriado largo.