El de Andosilla tomó la decisión de que su ciclo con los leones había finalizado. Guste o no el fútbol actual está montado de esta manera. Cuando un futbolista quiere abandonar un club, al dirigente de turno sólo le queda la opción de tratar de sacar tajada económica o de dejar al futbolista una campaña entera en el banquillo o en la grada. Lo normal es que se negocie una salida y se consiga algún beneficio económico, pero no, en Bilbao “somos diferentes”...
Bueno, la historia es de sobra conocida por todos. Llorente llegó a la Vecchia Signora y más de uno, periodistas y aficionados, se alegró de que el futuro del ex león pareciese negro al comienzo de la temporada. El internacional no jugaba con el equipo de Antonio Conte y parecía en desventaja respecto a Carlos Tévez, Mirko Vucinic o Fabio Quagliarella, pero su técnico sabía que debía tener paciencia. Un año sin jugar es difícil de recuperar.
Las lesiones y la sabiduría del ex entrenador del Bari hicieron el resto. Hoy Fernando Llorente es titular en la Juventus, donde forma una pareja muy bien avenida con el Apache Tévez. El argentino se entiende a la perfección con el Campeón del Mundo y este le genera unos espacios vitales para ver la mejor versión del ex delantero del Manchester City.
En la fría Turín parece haber encontrado de nuevo su fútbol y sus goles, importantes, vuelven a hacerle sonreír. La mejoría de su fútbol puede llevarle, de nuevo, a disputar el Mundial... aunque le pese a más de uno.
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