Mencionado por:
Pilar Sanabria
Menciona a:
Pilar Sanabria
Manuel Gahete
Josefa Parra
José Luis Rey
Balbina Prior
Juan Antonio Bernier
Juan Antonio González Iglesias
Pablo García Baena
J. M. Caballero Bonald
Manuel Vilas
Ángel González
Pepe Cañuelo
Enrique Rojo
Bio-bibliografía
Fernando Sánchez Mayo nace en Córdoba en 1956. Es licenciado en Filosofía y Letras en la especialidad de Filología Inglesa.
Ha colaborado en una docena de antologías, en numerosas revistas y encuentros poéticos. Sus guiones cortos Los Niños de Lorca y La Cajita de Enea fueron premiados por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Es coautor del libro Poetas Docentes en el Aula (Miradas poéticas sobre textos del 27) publicado por la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía en Córdoba. Ha participado en el festival poético Cosmopoética en la ciudad de Córdoba. Pertenece al grupo poético Colectivo 3.
Publicaciones:
- Acrotera Etrusca. ( Plaquette en la col. Plata. Sociedad de Plateros). Córdoba 2006.
- El Alma en los Ojos. (Col. Ataurique ) Córdoba 2007
- Poemas para un Instante. (100 Haikus para entretenerse ) en la col. “Versos del Sol” Córdoba 2008. / La editorial Depapel ha publicado una segunda edición de esta obra. 2010.
- Mácula Lútea. (Papeles de Le Rumeur Ediciones) Peñarroya-Pueblonuevo 2009
http://www.fernandosanchezmayo.com/
http://paraninfopoeticodefernandosanchezmayo.blogspot.com/
Poética
…Por eso, la escritura poética es el recurso que todo poeta emplea para materializar la nada que nos abruma y nos sobrecoge. La poesía en general o el poema en particular es el resultado de un acto mágico que se ha llevado a cabo a solas en un sortilegio de excitación divina con el único afán de inventar y dar forma a lo que no somos capaces de explicarnos desde el vivo y apasionado mutismo interior.
Todo acto creativo se transmuta con la energía creadora y se transforma en otra cosa diferente, nueva, que nos da la pauta verbal, conceptual o física de lo que estábamos buscando. En el caso de la poesía esta transmutación aflora llena de ideas y pensamientos de todos los calificativos posibles: desde la belleza al vigor desde la verdad a la ironía, pasando por el dolor, la reivindicación o el desprecio, pues nace de la nada para llenar un vacío. Y luego se queda ahí como una piedra preciosa que nos recuerda de dónde viene y por qué, y que nos ayuda con su influencia a generar otras nuevas piedras preciosas que nos salven, porque esa es la misión de la poesía: la salvación.
Poemas
EN EL ESPEJO
Me preguntas con el gesto altivo y contrariado
por qué me miro al espejo, por qué me detengo
cada mañana en las leves fisuras del rostro
y me recreo en mi yo como un narciso efebo.
Me censuras con tu grave lengua enajenada
de serpiente que aún conserva el más sutil veneno,
si acaso me creo guapo a mi edad todavía,
si no me doy cuenta del exceso que cometo
al contemplarme así, en adoración absoluta.
Con sobria irónica solemnidad te contesto
como quien tiene ya bien meditado el asunto:
“Qué sería de mí si abandonara a mi espejo,
qué sería de mí si pasado el tiempo fiero,
me encontrara en cualquier viejo estanque o fútil luna
y no me reconociera”.
( del libro “El alma en los ojos” )
UNA RÁFAGA DE LUZ
El tiempo es una ráfaga de luz que se dispersa
hasta perderse en el oscuro interior de uno mismo.
Esa lenta, pero certera partida hacia la nada
quema la enérgica memoria y la salva del duelo.
Cuando el inesperado olvido llega,
sabes de su dulce clemencia y del don de la piedad.
Qué requisitos de privilegio pedirás hoy para ti
a las tres de la tarde,
sino morir en activo descuido
en la apacible siesta que te oprima para siempre
dentro del minúsculo zulo de tu triste melancolía.
La fingida muerte es quien más nos ama
y quien mejor nos besa el alma herida y derrotada.
Llega, aproxímate, abraza, lava, exonera el peso del día,
¡Oh, leve sueño, hazme tu prisionero libre una vez más!
( del libro “Mácula Lútea” )
EL CARACOL
El caracol aún no ha llegado
-como de costumbre-
y estamos hartos de tanto esperar.
Hay un olor intenso
derramado en cada uno de nosotros,
pero nadie sabe descifrar
qué esencia palpita
en el corazón de la esquina.
( del libro “Mácula Lútea” )