Fernando Savater: Ética como amor propio

Publicado el 15 febrero 2012 por Alfredo


"Quizá fue Rousseau quien indicó mejor la raíz del interdicto contra el placer a causa de la pérdida de sociabilidad. En su Emilio señala Rousseau que lo antisocial del placer es que contraría el amor propio de quien lo contempla como espectador, bien sea porque produce envidia o bien porque hace ostensible que el gozador no nos necesita, lo que provoca en el azorado contemplador una sensación molesta de inexistencia o de "estar de sobra". Como de hecho mi amor propio se alimenta por la dependencia del otro respecto a mi buena y supuestamente "desinteresada" voluntad, verle gozando, es decir, ver que no me necesita (aunque sea por el momento) y que no puedo hacer nada por él, hiere narcisísticamente mi ego(centrismo). (...) En cambio, el dolor nos vincula medularmente al prójimo, porque le pone literalmente en nuestras manos . "Es en las penas de los otros donde mejor vemos la identidad de nuestra naturaleza" ( Emilio ). Nuestra piedad, que secuestra al prójimo y por ello nos lo adhiere, queda cortocircuitada por el espectáculo de un placer que nos obligaría a una vinculación más generosa, más genuinamente desprendida ."