El gato es un depredador de desarrollo rápido. Puede considerarse que su desarrollo comportamental finaliza a los tres meses. Se organiza en tres periodos:
1. El desarrollo sensorial y motor
Inicia durante el periodo prenatal, periodo durante el cual el gatito recibe muy precozmente informaciones sobre su medio ambiente: factores neuroendocrinos (7 semanas antes del parto) y estímulos táctiles (5.5 semanas antes del parto) que van a informar al feto sobre el estado emocional de su madre.
Estímulos gustativos también van a ser percibidos antes del nacimiento.
Estas conexiones aparecen extremadamente lábiles: en efecto, si no son estimuladas, desaparecerán y no volverán a formarse.
2. Apego y sociabilidad
El apego representa el lazo que se establece entre el individuo que materna al joven. La madre representa un polo de seguridad ya que su proximidad permite un contacto físico apaciguador. Irradiando alrededor de su madre es como el gato va a explorar su medio ambiente.
El lazo de la madre hacia el gatito se instaura durante la gestación. El apego del gatito con su madre toma lugar al final del periodo de transición y es roto violentamente por la madre al final del periodo de socialización.
El período de desapego puede presentarse bajo dos formas:
- si la madre es de nuevo gestante (gata que vive en medio rural), aleja brutalmente a los gatitos hacia la edad de 5 a 6 semanas. Los gatitos de estas camadas presentarán una baja sociabilidad.
- Sino el desapego será más tardío y más progresivo: ocurre entre las 8 y 12 semanas. Los gatitos presentan entonces una alta sociabilidad. Este desapego tardío es característico de las razas asiáticas (Siames y Abisinios).
El comportamiento de eliminación se adquiere progresivamente en función de etapas definidas
El primer mes: Micciones y defecaciones voluntarias desencadenadas por la madre mediante estimulación de la región perianal.
Hacia el día 30: primeras eliminaciones voluntarias, favorecidas por la ingestión de alimentos sólidos.
Hacia el día 35: el rascado del piso aparece; el gatito rasca pero en lugares distintos del lugar de eliminación.
Hacia el día 40: coordinación eliminación, rascado del piso; influencia determinante de la madre.
Entre el día 45-50 : eliminación en un solo lugar con entierro.
Hacia el día 60: comportamiento de eliminación adulto.
1. El gato:
Un animal territorial
El gato, a diferencia del perro, es considerado como un animal territorial, es decir infeudado a un territorio. Este territorio es por definición delimitado y defendido.
2. Los campos territoriales
Los distintos campos territoriales
a) Los campos de aislamiento: están representados por los sitios de descanso o refugio en enfermedad. Estos lugares están muy a menudo situados en altura con el objeto de sustraerse a cualquier contacto (DEFORET) [1]. El tamaño y el número de los distintos campos de aislamiento puede cambiar en función de variables ecológicas: así el número de gatos que viven sobre un mismo territorio condiciona la superficie ocupada por los campos de aislamiento.
b) Campos de actividad: entre los campos territoriales, se distinguen los campos llamados de actividad consagrados a una función comportamental precisa. Son los campos de depredación (aves, ratones), campos de juego, campos de reproducción, campos consagrados a la interacción con sujetos de otra especie. La tolerancia de un congénere sobre un campo territorial depende del tipo de actividad, claro esta, pero también del número de gatos que viven sobre el territorio. Así en los campos de juego, la presencia de los congéneres será tolerada. En los campos de reproducción en cambio, constituyen campos llamados de intolerancia : la presencia de un congénere conllevará al enfrentamiento (DEHASSE) [2]. También, en los campos de depredación, la presencia de un congénere será aceptada si la comida es suficiente (DEFORET) [1].
Las vías de paso
El territorio representa entonces una organización compleja compuesta de una multitud de parcelas. Estas parcelas están comunicadas entre sí por vías de paso immutables que el gato organiza el mismo en el transcurso de sus distintas actividades de exploración. La estabilización y la funcionalidad dek conjunto del sistema están aseguradas por una balística precisa en los límites de cada parcela.
Las marcas asociadas a los campos territoriales
La balística de los territorios es asegurada mediante marcas sensoriales (feromonas y marcas visuales) las cuales, según PAGEAT, son repartidas en tres categorías [3]:
Las marcas territoriales :
* rasguños;
* marcas dejadas mediante proyección de orina en la secuencia de marcaje urinario.
Estas marcas tienen por objeto señalar la existencia de un ocupante sobre los lugares. El depósito de feromonas urinarias es la consecuencia de una modificación del estado emocional. Cualquier excitación, sea positiva (ej.: excitación sexual) o negativa (ej.: ansiedad, ira), es susceptible de desencadenar un comportamiento de marcaje urinario.
Las marcas de alarma
Son liberadas por los cojinetes plantares, los sacos anales o glándulas sudoríparas en una reacción de miedo. Van a llevar al animal a no pasar por el lugar marcado.
Las marcas de familiarización
Son marcas feromonales apaciguadoras depositadas en particular por la glándulas de la frente sobre objetos del medio o seres humanos, explorados sin daño para el animal. La cosa marcada acaba siendo el objeto de apego ú objeto tranquilizante. Estas marcas feromonales corresponden a las feromonas faciales.
Las feromonas
El término feromonas ha sido definido por primera vez por Karlson y Luscher en 1959 [4]. Es la asociación de dos raíces griegas "pherein" (transportar) y hormán (excitación). Muy difundidas en el reino animal, rigen las comunicaciones en el seno de una misma especie. Así, las feromonas emitidas por un individuo van a orinetar, modificar los comportamientos de los individuos de una misma especie, incluyendo los del individuo emisor (caso de las feromonas de alarma).
1 El arte anterior
Entre todas las feromonas, son a no dudar las feromonas de los insects las que, a este día, han sido objeto de un mayor número de estudios. En las abejas, por ejemplo, las feromonas influyen de manera determinante la armonía social de la colonia. En efecto, la reina segrega mediante sus glándulas maxilares y algunas glándulas abdominales una feromona comúnmente llamada jalea real. Esta sustancia impide el desarrollo de los ovarios de las obreras y permite sostener en estas últimas comportamientos específicos de su casta. Impide también la construcción de otras células de la reina. Cuando la reina envejece, la secreción de jalea real disminuye firmando el final del dominio sobre las obreras y el abandono de la reina (BORCHERT) [5].
En las hormigas, varias feromonas con funciones varias han sido identificadas: permiten señalar un peligro (feromonas de alarma), dirigir miembros de la colonia hacia una fuente de comida (feromonas de pista), etc.
Por sus propiedades tractivas o repulsivas, las feromonas de insectos, conocen ya aplicaciones en el área fitosanitaria.
2 Las feromonas del gato
Los distintos trabajos de Verbene y de De Boer por una parte [6] y de Verbene y Leyhausen por otra [7] han permitido una primera aproximación de las propiedades de las feromonas faciales. Ss estudios experimentales han mostrado que las secreciones faciales, en asociación con las feromonas urinarias, informan los gatos machos de la receptividad de las hembras. El depósito de feromonas faciales es realizado por los dos sexos según una frecuencia propia a cada individuo. Estos investigadores han sido los primeros en evidenciar que las feromonas faciales poseen una función relacional. En efecto, los gatos parecen depositar feromonas faciales cuando se acerca un individuo reconocido y aceptado.
3 La percepción de las feromonas
Cuando un gato percibe feromonas adopta un comportamiento particular llamado por los comportamentalistas el "flehmen": levanta la cabeza, abre parcialmente la boca y se queda así inmóvil algunos segundos, el tiempo necesario para que las informaciones contenidas sean transmitidas al órgano vómero-nasal (ú órgano de Jacobson) que se abre atrá del arco incisivo (WOLSKI) [8]. El reconocimiento del mensaje recurre entonces a un órgano sensorial específico y el fenómeno de percepción es distinto del olfato clásico.
Las propiedades identificadas de las feromonas faciales
Las feromonas faciales han sido en lo particular muy estudiadas (PAGEAT) [3]. Poseen en resumen tres grandes funciones:
1 Función de ubicación espacial. Estas marcas son principalmente depositadas sobre objetos que delimitan la articulación entre una vía de paso y un campo territorial. Las encontramos también sobre los objetos "dignos de señalar" por el volumen o la estructura, al interior de los campos de actividad. Estas marcas parecen intervenir para facilitar los desplazamientos del gato.
DESPLAZAMIENTO DEL GATO
2 Función relacional. Cuando los gatos comparten amplias porciones de su territorio, existe un verdadero marcaje recíproco que contribuye en crear un "olor" de colonia. Cualquier nuevo individuo es identificado por la discordancia del mensaje feromonal emitido.
RECONOCIMIENTO DE LOS INDIVIDUOS CONOCIDOS
3 Función de estabilización emocional. Cuando un gato es introducido en un medio desconocido, rico en objetos varios, tiene tendencia muy a menudo o a replegarse en una esquina o a efectuar secuencias de marcaje urinario (tipo de marcaje con fuerte componente emocional). El empleo de compresas estériles impregnadas de feromonas faciales recolectadas sobre el gato, posteriormente depositadas en lugares dignos de señalar ha permitido evidenciar:
- las propiedades de apaciguamiento emocional de las feromonas faciales. El gato presenta un comportamiento exploratorio normal.
- las propiedades antagonistas del marcaje urinario. Ausencia de proyección de orina.
Esta propiedad ha sido demostrada cualquiera sea el tipo de marcaje, sexual o reaccional, después de una modificación del medio ambiente. El empleo de compresas estériles impregnadas es eficaz pero presenta numerosas coerciones para los propietarios de gatos.
* APACIGUAMIENTO EMOCIONAL
* ANTAGONISMO CON EL MARCAJE URINARIO Y LOS RASGUÑOS
Un descubrimiento:
El primer análogo estructural de las feromonas faciales (comercialmente el producto se llama FELIWAY)
Las feromonas presentan una estricta especificidad de especie. Rigen las comunicaciones en el seno de una misma especie. En el mamífero, la complejidad de las feromonas es asegurada mediante la asociación de muy numerosos compuestos cuyas proporciones varían en función del individuo, de su sexo, de su edad y de su estado emocional y fisiológico.
Las feromonas faciales pueden contener y entonces transmitir varios tipos de mensajes. Parece a priori iluso esperar aislar la molécula que permita reproducir un mensaje preciso y comprendido por el animal.
Este descubrimiento de un análogo estructural reproduce un mensaje reconocido por el conjunto de los gatos, cualquiera sea su sexo, su edad, su estado emocional y fisiológico. Reproduce las propiedades de estabilización emocional de las feromonas faciales del gato por lo que puede emplearse:
- en cualquier circunstancia de marcaje urinario cualquiera sea el origen (marcaje urinario de origen sexual o reaccional).
- en el marcaje por rasguños.
- para tranquilizar al gato en un lugar desconocido (nueva casa, vacaciones....) o considerado estresante (jaula, cesto, carro...).
REFERENCIAS
[1] DEFORET C. Marquage territorial chez le chat: des signes a décrypter et a traiter. Semaine Vétérinaire no. 773 du 15-22 avril 1995.
[2] DEHASSE J, DE BUYSER C. Socio-ecologie du chat. PMCAC, 1993,28,pp 469-478
[3] PAGEAT P. Rapport d'essai clinique sur la fraction F3 de la sécrétion faciale du chat. Communication personnelle, 1995.
[4] P. KARLSON y M. LUSCHER. Pheromones: a new term for a class of biological active substances. Nature, 1959, 183, 55-56.
[5] BORCHERT A. Les maladies et parasites des abeilles. 1970, VIGOT Freres Editeurs, Paris, pp 7.
[6] VERBERENE G, DE BOER J.N. Chemocommunication among domestic cats. Z. Tierpsycol., 42, 86-109.
[7] VERBERENE G, LEYHAUSSN P. Marking behavior of some Viverridae and Felidae: time interval analysis of the marking patern. Behavior, 58; 192-253
[8] WOLSKI T.R. Social behavior of the cat, Symposium on animal behavior, published in Veterinary Clinics of North America, Vol 12, 4, 1982.
Fuente:
http://www.mismascotas.cl/comportamiento/feromona/feromona.htm