Ferrol running (capítulo 3) De Cariño a Doniños

Por Fermín Fermin Fernandez @ferminffaviles


26 de julio de 2013
En la anterior capitulo ferrolano describía el placer de correr por el camino de la ría hasta San Felipe. Hoy toca otro recorrido no menos impresionante que el anterior. Partiendo del mismo sitio, la playa de Cariño vamos a llegar hasta la Punta do Castro, más allá de la playa de Doniños y vuelta, no sin hacer algunas paraditas para admirar la costa y el lago. Unos 17 kilómetros de disfrute, combinando deporte y naturaleza...
La ruta en wikiloc --> aqui

Vista de la ruta desde el satélite

Este circuito se puede reducir a solo 10 km. yendo en coche hasta el parking de la playa de Doniños o de Punta penencia y haciendo un circuito circular por la playa, pinar y lago de Doniños. Se evitan también unas cuantas cuestas. Hay otras mas alternativas mas cortas: vuelta al pinar, recorrer la playa ida y vuelta,...

Relieve y altimetría


Tramo 1: De la playa de Cariño  a Punta Penencia (4 km.)

Este circuito completo empieza fuerte, pero merece la pena. La primera parte es una cuesta de más de un kilómetro con una inclinación considerable. Subimos por la carretera que va hacía Ferrol, desde la playa de Cariño hasta O Confurco, todo subida, entre eucaliptos, a la derecha monte y a la izquierda valle.

Primera subida, solo 1 km.


Una vez llegado arriba, al cruce (te darás cuenta porque el corazón empieza a bajar de las 200 rpp), se acabó lo malo, al menos por el momento, ahora todo es cuesta abajo. Cogemos la carretera hacia la derecha, dirección Ferrol. Hacia la izquierda iríamos a Cabo Prioriño Chico, también bonito y duro circuito, pero lo dejamos para otro año.Aproximadamente a un km, o sea, sobre el km 2 del recorrido sale una carreteriña a la izquierda que indica “RIVAS, FONTA”, la cogemos, podríamos seguir un kilómetro mas hasta otro desvío, pero prefiero ir por este y volver por el otro.  La bajada por la aldea de Rivas hasta la de Fonta es bastante pronunciada, es una zona rural, con sus casitas, sus huertas, sus hórreos y sus perros ladrando. Desde aquí ya se otea nuestro destino.

Bajamos por Rivas (no Vaciamadrid, de Ferrol)


Una vez en Fonta, no tiene perdida, siempre bajando, llegamos a una especie de cruces de carreteras donde hay una estatua de hierro y un lavadero o "lavadoiro".

Lavadoiro de Fonta


Desde aquí salen dos carreteras: una hacia la playa de Penencia a la izquierda y otra hacía la otra punta de la playa, Outeiro, a la derecha. Cogemos la de la izquierda hacía Punta Penencia para volver después por la otra. También podemos coger un camino de tierra que va pegado al lago hasta llegar a Punta Penencia, es otra opción, pero prefiero la primera porque la del camino, aunque va pegado al lago, la arboleda te deja ver poco, la carretera al ir mas alta tiene mejores vistas.

Ida por la izquierda, vuelta por la derecha

Esta zona es rural: horreos, verdura gallega...

Horreo


Verdura gallega, se van quitando hojas y el tallo es cada vez mas largo


El lago tiene varias leyendas diferentes pero todas coinciden en que donde ahora está el lago hubo un pueblo cuyos habitantes fueron “malos” y un dios “justo” les castigo con un tsunami que saltó las dunas e inundó el pueblo para siempre. Según alguna de las leyendas, en esto no coinciden todas, solo se salvaron dos niños que flotaron en su cuna, de ahí el nombre de “doniños”.

Primera visión de los nenúfares


Desde esta carretera se va descubriendo el lago, las dunas que separan el lago de la playa, los dos kilómetros de playa, la otra punta de la playa a la que llegaremos después, las islas Gabeiras...En fin, una panorámica excepcional. Ya estamos metidos de lleno en la Costa Ártabra, declarada ZEPVN (Zona de Especial Protección dos Valores Naturais).  

Panorámica del lago, dunas y mar, hasta el final vamos a llegar

Así grabando la imagen en la retina llegamos a Punta Penencia, una de mis playas preferidas, al refugio de Lume-Boo, sitio que me encanta para tomar una caña viendo romper las olas (aunque ahora no es el momento) y en el que también está muy bueno el bacalao.

Se acabó la carretera, empieza la arena


Tramo 2: de Punta Penencia a Punta do Castro (3 km.)En este segundo tramo vamos a probar dos terrenos distintos: la arena y la hierba. Desde Lome-Boo pasamos a la fina arena de la playa y empezamos a cruzarla, esta playa de agua cristalina es muy brava, olas fuertes, asidua de surferos.

Punta Penencia

Por la parte central está prohibido el baño ya que se forman corrientes que vienen de ambos lados de la playa y te empujan hacia dentro. 

Rompe olas


A las tempranas horas en las que paso corriendo está desierta de humanos, como mucho algún caminante paseando con su perro, pero no de gaviotas, las hay a cientos en la playa y van despegando con desgana y gruñendo según te vas acercando.

A "cienes" salen volando las gaviotas que están tan tranquilas en la playa


Se corre bien, mejor con marea baja, pero incluso con marea alta queda suficiente espacio de arena dura como para correr sin problema.

Pisadas, voy mejorando, ya talono menos...


Al llegar al otro lado, se nos acaba la playa pero seguimos rectos por una senda fácilmente identificable en la hierba, hemos pasado dos kilómetros de arena y ahora vamos a por uno de hierba.

La otra punta


Después de la arena viene la hierba

Flores y tal

Seguimos la buena senda


Costeando, vamos avanzando siguiendo el camino. Dejamos atrás la playa pero seguimos viendo a la izquierda el mar y a la derecha el pinar. Merece la pena desviarse 100 metros subir al faro/baliza que se ve a la izquierda (se identifica por que hay una antena). Subiendo hasta ahí me encontré con un Milano que sorprendido posó para mi.

Milano observándome


Desde aquí tenemos una visión panorámica inigualable: playa de Doniños, Punta Penencia, la entrada a las rías de Ferrol y Betanzos, Coruña, el inmensidad del Atlántico, las Islas Gaberias, pequeños acantilados llenos de gaviotas.

Vista atrás

Vista adelante

Gaviotas tomando el sol


Islas Gabeiras 


Pesquero y al fondo Coruña

Tramo 3: de Punta do Castro al lago de Doniños  (4 km.)Después de un momento de abandono mental, relajación y admiración de la litosfera y la hidrosfera, bajamos de esta punta rocosa de nuevo a la senda hasta llegar a unas casetas, supongo que de pescadores.

Casetas de pescadores 


Caballo por el monte 


El que me marcaba el ritmo, otros prefieren una liebre


Desde aquí sale un camino a la izquierda que bordeando el pinar llega hasta la carretera que va de Doniños a San Jorge. Seguimos el camino, primero en subida, luego en bajada.

Dejamos la costa, hacia el interior


Según avanzaba temprano por este camino uno de los días, en una casa que hay a la izquierda del camino reconocible por la bandera republicana que ondea, estaban bailando en el jardín de la casa una pareja “mayor” con la música a todo trapo… o mucho habían madrugado o aún no se habían acostado…y luego dicen de los jóvenes…

Camino hacia la carretera


Llegamos a la carretera de San Jorge, la cogemos a la derecha. Durante unos metros vamos por la carretera y enseguida llegamos al pinar, donde hay carril bici y varias sendas por dentro del pinar muy frecuentadas por runners. De hecho, este es el único sitio (fuera de la urbe de Ferrol) por el que me he encontrado corredores, lo cual me sorprende mucho que todos se concentren allí como si fuera un lugar de culto, ¡¡Con todos los lugares que hay aquí por donde correr!!.

Carretera y carril bici, también hay sendas por dentro del pinar


El carril bici va hasta la entrada a la playa, donde hay un chiringuito (ideal para tomarse una cervecita en otras circunstancias) y la caseta de la escuela de surf. Desde aquí, además del parking de la playa, se contempla todo el sistema dunar y la subida que nos toca a continuación.

Bajamos hacía la playa

Para seguir hay varias opciones, bien por la acera que hay pegada a la carretera o bien por el paseo que va entre las dunas. Prefiero este último, aunque la última parte, la más inclinada, es común a ambos.

Parking de la playa de Doniños y camino de subida


Así llegamos hasta la parte más alta, donde acaba el carril bici. Desde aquí también hay buenas vistas. Entre el Arco de entrada al antiguo campo de tiro y el restaurante preferido de mis hijas cuando vamos a la playa “O Abeiro” sale una carretera (como todas por las que pasamos, prácticamente desierta) en bajada que nos va a llevar de vuelta a Fonta, al cruce donde estaba el "lavadoiro", pero antes de esto, haremos una parada muy interesante...

Llegamos arriba, ahora a bajar


Siguiendo por la carretera, aproximadamente a un kilómetro y medio del cruce, en una zona arbolada sale una pequeña senda a la derecha, perfectamente marcada con una botella de plástico pinchada en una rama.

Entre aquellos arboles sale la senda...


Si la tomamos, a unos 50 metros de serpentear por la senda entra la maleza llegamos a un observatorio de aves del lago.

Observatorio de aves

El “observadoiro” esta un poco deteriorado, kliness, latas vacías, bolsas de plástico, pintadas... se nota que el uso que le están dando no es aquel para el que fue concebido, pero desde este lugar escondido entre los árboles, roto solo el silencio por el trinar los pájaros, se puede observar con calma el lago, su flora: la alfombra de nenúfares que se extiende por la orilla del lago, los juncos, la arboleda: alisos , sauces,... y las aves acuáticas que se pueden avistar: diferentes especies de patos, garzas, fochas, pollas de agua,...  o simplemente el paisaje: primer plano nenúfares, después el lago, al fondo las dunas, el monte el mar…. Merece la pena tomarse un tiempo y observar... fotografiar... me cuesta trabajo parar de hacer fotos.... y mucho mas después seleccionar de las mas de 150 fotos que hice en todo el recorrido...

Aves, el zoom de la cámara no da para mas...

Nenúfares, lago, juncos, dunas,...

Otra vista del lago entre pinos

Nenúfares

Alfombra de Nenúfares

Nenúfares, primer plano

Otra vista

Juncos

Tramo 4: vuelta del lago de Doniños a la playa de Cariño ( últimos 6 km.)Tras un rato de relax y observación, volvemos por la senda hasta la carretera y seguimos,

Caballos por la senda de salida


La senda que va a la carretera


Seguimos viendo animalitos… caballos, ovejas…

Ovejas

Fonta

Mas caballos

...y lo mas bonito (aunque no tenga foto para demostrarlo), poco mas adelante, donde la carretera cruza la arboleda, uno de los días se me cruzo un ¡¡corzo!!, tan ágil, tan elegante….  Estos animales, más comunes monte adentro, parece que llegan hasta la misma costa, al menos hasta el lago. Pero solo le vi cruzar la carretera, cuando llegue al lugar e intenté buscarlo entre la vegetación…. Ya se había vuelto invisible para mi…El resto del camino: rural, campestre, en ligera subida, algo mas de un kilómetro hasta llegar de nuevo a la Fonta, al cruce de caminos que cogimos antes para ir dirección Punta Penencia (donde el “lavadoiro”), pero ahora, desde aquí, en lugar de coger la carreterita que sube a Rivas, (por donde habíamos venido), con mucha pendiente, cogemos la que sale a la izquierda, dirección Ferrol durante otro kilómetro, es mas larga pero menos inclinada, aunque también cuesta arriba. Seguimos hasta un desvío muy cerrado a la izquierda que indica Cariño/Cabo Prioriño chico y esta es ya la última cuesta (arriba), un par de kilómetros con vistas al lago, al mar...

De vuelta, lo hemos recorrido todo hemos pasado por la linea de dunas/playa, hemos vuelto por la carretera de la izquierda,...


 Y respirando hondo, el eucalipto que lo inunda todo, a ver si queda algo dentro para la vuelta a Madrid.

Última subida


Al llegar a O Confurco, la última parte...

Ciclista desorientado. Nosotros a la izquierda, hacía Cariño


... ¡¡ Un kilómetro de cuesta abajo !!. El duro primer kilómetro del circuito que subimos hace un par de horas, ahora se convierte en tobogán sinuoso que nos empuja hacía la playa de Cariño, punto de partida y de fin de este recorrido y casi ya de estas vacaciones...

Playa de Cariño y final de la historia


Han pasado rápido estos quince días, mas de 100 km. corridos por estos entornos naturales tan maravillosos. Con sol, con lluvia, solo, acompañado, con fotos, sin fotos, probando a bajar por aquí, descubriendo al subir por allá… y tanto que queda por explorar... y disfrutar.... El año que viene, ¡Mas!

Dedicado a ella, por compartir conmigo las sendas de la vida durante estos últimos 18 años.