En varias localidades catalanas se celebra esta semana la Festa dels Tres Tombs, cuyo mayor exponente son los desfiles de carros y carrozas arrastrados por caballos, mulas, asnos y hasta ponis, recreando los tiempos en que estos animales eran utilizados para carga y transporte. Lamentablemente, los supuestos protagonistas de esta fiesta (Sant Antoni Abad es el patrón de los animales), sufren año tras año todo lo contrario a una celebración, ante la pasividad de las autoridades que no aplican unas leyes impuestas por ellas mismas.
Por ejemplo, el artículo 5 de la ordenanza sobre la protección, la tenencia y la venta de animales Ayuntamiento de Barcelona, establece la prohibición de “maltratarlos, agredirlos físicamente o someterlos a cualquier otra práctica que les produzca sufrimientos o daños físicos o psicológicos.” Sin embargo, durante la Fiesta de los Tres Tombs, los animales son víctimas de daños físicos y psicológicos, de un estrés innecesario en medio de la confusión provocada la multitud, el entorno urbano, el asfalto resbaladizo y el esfuerzo absurdo de ir cargados al límite sin otro propósito que demostrar su fortaleza física y resistencia. Basta ver, aunque se pretenda disimular con coloridos ornamentos y música alegre, los claros signos de ansiedad, temor, agotamiento y dolor que sufren estos équidos, traducidos en un exceso de salivación, jadeo, temblores, nerviosismo y hasta vocalizaciones o intentos de huida.
Tres Tombs a Cerdanyola, foto de Arriers de Sant Antoni (Cerdanyola)
El partido PACMA rechaza completamente estos desfiles y todo tipo de espectáculos en los que se utilice el sufrimiento animal para entretenimiento humano, incluidos los paseos urbanos en calesas que se ofrecen a turistas todos los días del año en Barcelona y otras ciudades, e invita a reflexionar sobre lo que verdaderamente se esconde detrás de estas actividades recreativas: el abuso y la crueldad que PACMA está comprometido a cambiar definitivamente.
Las tradiciones deben adaptarse al indiscutible cambio de sensibilidad de la sociedad, tal y como demuestran los resultados del partido animalista PACMA o diferentes noticias de esta misma semana, como el cierre definitivo del circo con animales más antiguo del mundo, el Ringling Bros, por la imparable disminución de su público debido a la evidencia de maltrato sacada a la luz por grupos animalistas.
PACMA continuará trabajando para que esta y otras tradiciones se transformen en verdaderas fiestas abandonando el sufrimiento animal. Es evidente que las únicas que sobrevivirán en el siglo XXI son
aquellas que celebran la vida, la libertad, el respeto y la compasión, personificados, por Sant Antoni Abad, su patrón y en cuyo honor, vaya ironía, tiene su origen los Tres Tombs.
Raquel Iglesias