La Unión de Guardias Civiles (UniónGC) calificó, de “indecoroso” el acto de celebración de un convite a bordo del “Río Segura”, buque oceánico de la Guardia Civil. En el “festín”, se agasajó a unas 60 personas en la embarcación patrullera que se encuentra desplegada en aguas africanas. A requerimiento del embajador español en Cabo Verde, el comandante jefe de la embarcación orquestó dicho convite, en el que numerosas personalidades fueron invitadas.
Las mismas fuentes aseguran que al “festín”habrían asistido autoridades, tanto de Cabo Verde como del Cuerpo Consular acreditado en dicho país, siendo todos los invitados recibidos por el embajador español”. La nota de protesta indica que “tras un breve recorrido por diferentes compartimentos de la embarcación dieron cuenta del aperitivo y realizaron el correspondiente brindis al sol”.
La UniónGC denuncia, además, que los guardias civiles que prestan servicio en el ‘Río Segura’ recibieron una “orden firmada”, en la que se les habría exigido que estuvieran “perfectamente uniformados en apoyo del personal de cocina y en labores del montaje de mesas y brindis, como si de un mozo se tratase”. La asociación de guardias civiles critican “estos excesos por parte de algunas autoridades civiles a través de algunos oficiales de la guardia civil” y “la falta de control del dinero público”.
Recordemos cómo, hace unos meses, la Guardia Civil se persiguió a sí misma en la desembocadura del Guadalete (Málaga). Sucedió el pasado 11 de mayo cuando una lancha de la Guardia Civil persiguió a otra lancha neumática también de la GC, pero sin patrón y descontrolada, ayudada por una moto de agua. En este caso no se denunciaba ningún “acto indecoroso”, sino el descontrol de la lancha que anduvo sin rumbo y sin que, aparentemente, recibiera órdenes de ningún superior.