Como muchos sabréis, la web Cine-On está montando su propio festival, un festival para todos los usuarios, en el que podemos ver varias películas que además no han llegado a estrenarse en las salas españolas. Además, varios de los miembros de La Cabecita de Banaca formamos parte del jurado, yo mismo formaré parte del jurado que elija a las mejores películas de la sección oficial, mientras que mis compañeros David, Elisabet y Ángel también estarán entre los jurados de las diversas secciones.
Para sumarnos a la iniciativa y de paso agradecer a los amigos de Cine-On que nos dejen formar parte de su equipo, vamos a ir comentando las películas de la sección oficial brevemente, días después del día de su exhibición oficial. Empezamos con las 4 primeras, Safety Not Guaranteed, película de inauguración y Diamond Flash, Catfish y Amén, todas ellas en la sección oficial.
SAFETY NOT GUARANTEED (Colin Trevorrow)
Ando un poco cansado de la tendencia "chachi guay" que últimamente se ven forzadas algunas películas indies a tomar. Algo que posiblemente haya llegado a raíz del éxito de películas como Juno o Pequeña Miss Sunshine, parece que están en la obligación de que todo sea un buenrrollismo algo cansino. De vez en cuando, partiendo de este esquema, salen perlas como "El Lado bueno de las Cosas", pero precisamente la gracia de ésta, estaba en fijarse más en la comedia romántica clásica, el screwball, que en un indie actual que pese a todo respetaba.
Lo que me pasa con Safety Not Guaranteed, al contrarío de las tres películas que anteriormente menté, es que no me la creo, no me creo a sus personajes, los noto muy forzados, no me transmiten nada de naturalidad, todo me resulta excesivamente calculado para funcionar sin salirse del esquema, y siento que lo que me están contando es lo mismo de siempre, cambiando sólo algunos pequeños matices.
Y lo que es peor, nada de lo que me cuentan me llega a interesar, la historia de amor secundaria me parece metida con calzador, el macguffin sobre el que gira todo me importa un pepino, y por si fuera poco, no veo chispas entre Aubrey Plaza (que además me parece que está horrible) y Mark Duplass.
Aún pese a todo esto, no puedo decir que sea una película mala, el guión tiene buenos momentos, la idea principal, aunque no acabe de estar del todo desarrollada, tiene buenos momentos, y aunque sólo sea ocasionalmente, llega a captar mi interés.
Quizá el problema de todo esto, es que estos productos se están cargando el verdadero espíritu del indie, de las divertidas y frescas comedias de Miranda July o precisamente, de los hermanos Duplass, a los tristes y desgarradores dramas de Kelly Reidchart. Aceptable sin más.
DIAMOND FLASH (Carlos Vermut)
El principal problema de Diamond Flash es que se va diluyendo por completo y la historia se le acaba yendo de las manos a su creador. Es una lástima, porque el arranque es portentoso, sus créditos resultan hasta hipnóticos, la intensidad de la primera parte de la película me sobrecoge por completo. Especialmente su soberbia primera hora.
Y todo de la manera más sencilla posible, con un potente guión, que ayuda a crear una atmósfera incómoda, que te atrapa y te interesa y hasta sientes como te mete una patada en el estómago. Pero tras esto poco a poco va haciendo aguas, hasta llegar a un final desmedido en el que nunca llegas a entender los motivos de lo que está sucediendo, te acaba incluso dando igual lo que está pasando.
Mención aparte merecen el trabajo de todas las actrices, las cuales están impecables y muy bien dirigidas.
Una lástima que las notables sensaciones que la película deja en su inicio no acaben por confirmarse en toda la película, posiblemente, si hubiera durado media hora menos, habría conseguido que ese efecto no se diluyese con tanta facilidad.
CATFISH (Henry Joost, Ariel Schulman)
Partamos de una pregunta: ¿Cómo hay que valorar Catfish, como un documental veraz o como una película?
Si nos ciñéramos únicamente a lo primero, la película fracasaría por completo. No sé si realmente lo que nos cuentan es real, y pese a la insistencia de sus creadores de decir siempre que todo lo que cuentan es real, yo no me lo llego a creer.
¿Y por qué no me lo creo? Precisamente por una de sus mayores virtudes como película, pero que dañan a su veracidad. En Catfish está todo perfectamente orquestado, todo funciona como una pequeña pieza de relojería, cada parte está en su sitio, acercándose más al thriller que al documento de algo veraz.
Catfish atrapa, engancha, intriga e interesa. Se disfruta en forma desmedida, me gusta como juega con el espectador, como acerca ese mundo de nuevas tecnologías al cine, como hace que siente te preguntes que es lo siguiente que va acontecer. Incluso los personajes me parecen tan bien perfilados, tan bien construidos que me cuesta creer que no formen de una ficción.
Por todo esto, me importa poco que lo que me cuenten en Catfish sea real o no, que sea un documental o un faso documental, porque no tengo ninguna duda, que dejando géneros de lado, estamos hablando de una gran película.
AMÉN (Kim Ki-duk)
Me crispan por completo algunas obras autorales en las que siento que no es una mera excusa para darse un paseo por ahí. Me pasó con Jarmusch, en su viaje por España en la infumable Los límites del control, me pasa incluso con algunas de Woody Allen en su periplo europeo que me parecen de las peores de su filmografía, y me ha vuelto a pasar más de lo mismo viendo Amén de Kim Ki-Duk.
Y es que la única sensación que me transmite la película es que el director quería financiarse un viaje a Europa con la excusa de rodar una película, y cuando lo único que consigue transmitirte una película es eso... Mal vamos. No caso para nada con ella, no me interesa la búsqueda, ni encontrar los motivos de la misma, por parte de una protagonista que me repele. La película me aburre, se me hace eterna, y por momentos ridícula.
¿Qué es lo que busca aquí el autor de Hierro 3? ¿La búsqueda de uno mismo? Es posible que esa sea su intención, no lo sé, yo aquí sólo saco un eterno (pese a su breve duración) relato, con una facturación técnica que roza lo lamentable (imperdonable ese sonido), en el que el realizador se fue de vacaciones y de paso hincho su ego también un poco. Muy bien, pero éste no es el Kim Ki Duk que a mí me atrae lo más mínimo. Infumable.