De uso ancestral, la producción de máscaras de papel sigue vigente.
Una de las técnicas tradicionales de elaboración, consiste en aplicar varias capas de papel encolado a un molde de barro cocido, hecho según el gusto o la fantasía del artesano.
Para el aglutinado se utiliza cola de carpintero y para corregir algunas imperfecciones o agregar decoración, se aplica una escayola, la cual se obtiene al mezclar yeso con agua. Posteriormente la máscara se pinta con anilinas o tierras colorantes.
El Museo Nacional de la Máscara está dedicado a la máscara en su más extensa variedad, se exhiben también indumentaria y ornamentos que participan en danzas y ceremonias. Se pretende difundir, valorar y recuperar las raíces autóctonas y el arte popular mexicano. Su transformación didáctica con ritos, fiestas, ceremonias, carnavales y danzas, donde el elemento primordial es la máscara desde la ceremonial hasta la contemporánea.