Estaba cantado. La gran favorita de la 64 edición del Festival de Cannes se ha hecho con el premio gordo. El Árbol de la Vida ha sido la condecorada con la Palma de Oro este año y ello a pesar de la controversia que la quinta película de 'Todo' Terrence Malick creó entre el público y la crítica. Muchos ya hablan de que Robert DeNiro, presidente del jurado en esta entrega, ha barrido para casa. Merecido o no, habrá que esperar a que la cinta del director de La Delgada Línea Roja llegue a nuestros cines. Los detalles sobre el resto de galardones y las sensaciones que ha dejado el Festival, tras el salto.
Curiosamente, no fue Malick quien se presentó para recoger la estatuilla, un hombre sobre el que pesa la leyenda de que gusta vivir como un ermitaño y alejado de los medios. Fueron los productores quienes se encargaron de subir al escenario para tomar el premio de las míticas manos de Jane Fonda. DeNiro ha declarado cuando se le ha cuestionado sobre las razones que les han impulsado a otorgar el máximo galardón a la de Malick que "no puedo entrar en detalles, pero hemos considerado que era una película cuya amplitud e intenciones correspondían en mayor medida a la Palme d'or. Esta decisión ha sido difícil de tomar porque las otras películas también eran muy buenas, aunque muy diferentes. Hemos tenido que encontrar un equilibrio".
Pedro Almodóvar, por su parte, sólo pudo hacerse con el Premio de la Juventud por La Piel que Habito, film que esperamos con ansias y que levantó aplausos y ovaciones tras su proyección. Quienes sí obtuvieron recompensa fueron Kirsten Dunst, por la película de Lars Von Trier, Melancholia, y el francés Jean Dujardin, por su interpretación como actor de películas mudas que queda renegado al olvido con la llegada del cine sonoro en El Artista. Unas victorias que muchos tachan de cuestionables teniendo en cuenta el trabajo de profesionales como el veterano Michael Piccoli en Habemus Papam, posiblemente su última actuación, Sean Penn en This Must Be The Place, Cécile de France en Le Gamin au Vélo o Charlotte Gainsbourg en la propia Melancholia.
El galardón a Mejor Director se lo llevó Nicolas Winding Refn por Drive, un film con un argumento más que interesante centrado en un especialista de conducción que por las noches se dedica a trabajar para la mafia, hasta que un robo sale mal y decide vengarse. La francesa Polisse, de Maïwenn y basada en la vida diaria de los miembros de una brigada policial de Protección de Menores, ganó el Premio del Jurado, y el de Mejor Guión fue para Hearat Shulayim, del director israelí Joseph Cedar, que relata el deseo de reconocimiento que un padre desgraciado de una familia de investigadores posee. La Cámara de Oro, concedida a la primera o segunda película de un cineasta, se la entregó Marisa Paredes el chileno Pablo Giorgelli por Las Acacias, en la que participa TVE.
Por lo demás, no hubo grandes sorpresas, la nota curiosa de esta 64 edición del Festival Cannes la puso el peculiar Lars Von Trier con sus desafortunadas declaraciones sobre Hitler y su sentimiento nazi, cuyas palabras han sido exageradamente amplificadas por los medios, otorgándoles más repercusión de la debida. El director no pudo asistir a la ceremonia de entrega de los premios ya que fue declarado persona non grata, aunque se retractó de sus comentarios. Aquí os dejamos el vídeo de ese momentazo incómodo en el que un silencio sepulcral invadió la sala de prensa y en el que Von Trier tiene cara de haberse dado cuenta de su error instantáneamente, como cuando metes la pata e intentas arreglarlo, pero el asunto va a peor.
Así que un año más la cita cinematográfica más importante de la ciudad francesa se despide con una calidad media-alta, gracias también a la presencia de prestigiosos actores y actrices como Brad Pitt, Sean Penn o Uma Thurman, que formaba parte del jurado, grandes directores como el incombustible y verborréico Woody Allen y películas que, si bien no entraban en competición, han sido esperadísimas, como la elogiada Midnight in Paris o las, según comentan, reguleras Piratas del Caribe 4 y The Beaver. Los ganadores, como siempre sucede en este tipo de eventos, son cuestionables para muchos, pero lo que es indiscutible, es que la lírica de Malick debía ser reconocida tarde o temprano. Ya os transmitiremos nuestra sensación en La Palomita sobre El Árbol de la Vida cuando llegue. Hay ganas.