Mientras aguardamos impacientes a que llegue el jueves para poder disfrutar de la esperada Lo Imposible, las proyecciones más discretas van haciendo aparición y como en todo Festival que se precie, unas mejor que otras. Ayer no fue un gran día y le toco a The Sessions arreglar el desastre generado por Foxfire, una película que no vale su entrada en la Sección Oficial y menos con el nivel que alcanzan propuestas tan superiores como Argo o Dans La Maison, pero no importa, porque a nivel general y a falta de cinco días para la finalización del Zinemaldi, la sensación de la mayoría es que el cumpleaños del Festival va sobre ruedas, incluso a pesar de que la tan prometida Penélope Cruz no hiciera acto de presencia ayer. Quién sabe, quizá venga hoy, mañana, o el próximo año, pero qué más da cuando tendremos a Mónica Belucci paseando palmito esta misma noche.
Descubre lo que nos ha dejado la cuarta jornada de la 60 edición del Festival de Cine de San Sebastián, tras el salto.
Por todos es sabido que los lunes son un coñazo y más cuando empiezan mal, pues en el Festival sucede parecido. La culpable de nuestro descontento en el arranque de la semana fue Foxfire, un filme de Laurent Cantet sobre unas adolescentes que deciden formar una banda y hacer payasadas propias de su edad creyéndose las chicas más malas de su pequeño pueblo. Dos horas y media de interminable mierda americana de diálogos inmaduros que trata de ser un discurso acerca de la lucha de la mujer por abrirse paso en un mundo de hombres allá por la época de los 50, pero no lo consigue gracias a un guión muy poco convincente. El realizador de este despropósito infantiloide ganó en 2008 la Palma de Oro en Cannes por La Clase y esto es el perfecto ejemplo de Cómo Echar tu Carrera a Perder para Dummies. Por cierto que las jóvenes protagonistas vinieron a pasearse por la alfombra roja y fueron recibidas con aplausos de los que las conocían, sus padres.
Afortunadamente tuvimos a The Sessions para bajar los humos, una película de Ben Lewin ganadora del Premio del Jurado y del Premio del Público en Sundance, que dejó un buen sabor de boca a los asistentes. La obra, basada en la biografía del poeta y periodista Mark O'Brien, resulta ser una tragicomedia marcada por un humor ácido acerca de la salud y el sexo. Al protagonista, encarnado por John Hawkes (Deadwood), le implantan un pulmón artificial y decide perder la virginidad a sus 38 añitos -valiente confesar un episodio así en una biografía propia-. El tipo contará con la ayuda de su terapeuta, interpretada por Helent Hunt, y su sacerdote, al que pone cara William H. Macy. La historia es extraña, pero funciona, y el reparto es lucido, con unas actuaciones estupendas.
Hoy son los actores patrios los que protagonizan la jornada, con las proyecciones de Venuto al Mondo, capitaneada por Penélope Cruz y Emile Hirsch, sobre una mujer que escapó del asedio de Sarajevo con su hijo recién nacido y que regresa a la capital bosnia 16 años después. También se exhibirá Operación E, una historia con Luis Tosar y Martina García como principales, que narra el famoso secuestro por parte de las FARC de Clara Rojas junto a Ingrid Betancourt. Rojas, que estuvo 6 años secuestrada, tuvo un hijo con uno de los guerrilleros, pero fue una familia de agricultores la que tuvo que encargarse del bebe.