Festival de Utrera

Por Antoniodiaz

Al final, y aunque el cartel anunciase "reconocimiento a los maestros Curro Romero y Rafael de Paula", de honores, no hubo ni rastro: el festejo comenzó un cuarto de hora tarde con los maestros sentados uno en la sombra, el otro en el sol, no se les dió una mísera placa, un pequeño busto, ni un maldito souvenir de gasolinera del presunto homenaje y hubo que esperar al sexto novillo para que un chaval que está empezando les brindase la faena. 
Como el que no se consuela es porque no quiere, hay que decir que los participantes, para torear, se vistieron de toreros, no como viene pasando con otros, como veremos más tarde. Del ganado, mejor correr un tupido velo, los novillos, escogidos entre los más colaboradores de un ramillete de los hierros más colaboradores, fueron mazapanes inválidos que se prestaron, cómo no, a sacar de la hibernación siberiana el arte, y a escacharrar los relojes que hace cuarenta noche nos trajeron los Reyes de Oriente.
 

Vía FeriaTV