Revista Cultura y Ocio

Festival Eñe y su charla sobre literatos e Internet. Llueve sobre mojado

Publicado el 14 noviembre 2011 por Ruta42 @ruta42

Festival Eñe y su charla sobre literatos e Internet. Llueve sobre mojadoEn el Festival Eñe y por orden: Germán Sierra, Alberto Olmos y Luna Miguel .
El pasado viernes en el Festival Eñe Luna Miguel, Alberto Olmos y Germán Sierra estuvieron en una mesa redonda como tres generaciones y tipos de personalidades distintas con Internet como algo común en su obra. De las opiniones compartidas se destilan las reflexiónes más axiomáticas sobre este problema. Vamos a verlo: 
El tema dificil, inabarcable de la literatura e Internet era la excusa para reunir a tres mentes pensantes que de alguna u otra forma están marcando tendencias en esta red global. Pero, como empezó planteando Germán Sierra, “¿quién no tiene en común con los demás Internet?¿Porque el resto de escritores cómo se comunican, por tam-tam?” Germán era de la opinión de que no es lo mismo un medio que un soporte. “Que el soporte es lo que, en realidad hacen y hacemos la mayoría de los escritores y artistas en general, creamos nuestra obra, una película, un libro, un disco y luego lo subes a internet, pero es el medio el verdadero reto, lo que nadie hace. Tal vez nadie piensa en las posibilidades como soporte de Internet”.
Alberto Olmos mencionó sobre esto su oposición al soporte que es Internet para el mundo de la literatura. “En Internet lo que ocurre está en ninguna parte, mucha gente ya no valora la información (la obra, la originalidad, la autoría sobre cualquier tema) ya que, como todo está nada vale, que el autor ha dejado de ser intocable, y que como ya no son inacesibles eso va en contra del autor”. Contra esto arremetió Luna Miguel. Ella es de la opinión de que “los autores tienen que dejar de ser mitos, yo quiero poder tocarlos. Es más, hay que poder tocarlos”
Otro de los temas de la charla fue el fenómeno de marcación de la agenda de interés para los usuarios que tiene Internet. De cómo blogueros anónimos, gente desconocida empieza a formar comunidades y la gente empieza a seguirles espontáneamente. Y de no sólo eso, sino también del problema de que en ocasiones varias personas hablan de un tema desde alguna perspectiva direccionada desde intereses que no siempre ayudan y de cómo se genera esa supuesta moda. “La opinión de un blog no debería ser tan importante como los cronistas de los anteriores medios”, dice Alberto, mientras Luna le contradice: “Yo le doy más importancia a la persona que al medio. Prefiero leer la mayoría de las ocasiones, aunque hay excepciones, blog que editoriales, son más cálidos y más cercanos”
Germán se pregunta también de, porqué si parece estar tan claro que Internet le está comiendo terreno al resto de formatos, muchos blogs acaban buscando publicarse en papel. Luna le contestó que su obra en realidad, “terminará siendo mi blog, y nunca lo pasaría todo a papel, ya que hay videos, fotos... de todo, y es inabarcable, pero me gusta cómo huele el papel”. Germán se pregunta, “¿es una cuestión de fetichismo?”, Luna piensa “es una cuestión de coleccionismo”. Alberto dice “es una cuestión de prestigio”. 
Sobre la cuestión de Internet en lo literario como tema narrativo dentro de la novela, para Alberto es un recurso demasiado fácil, y que además no queda bien. “Si tú metes Blackberry o cosas así en tu novela hay algo que no acaba de encajar”, Luna no está de acuerdo, “depende de cómo lo introduzcas, porque también hay autores que escriben mails en sus obras y las representan como si fuese una carta, y ¿a que tú ya no pones dos puntos en los emails?”
Festival Eñe y su charla sobre literatos e Internet. Llueve sobre mojado
En la rueda de preguntas lo que más polémica suscitó (o al menos a mí) es que se le preguntó a Luna que si no leía Babelia, a lo que ella contestó que no. “Yo ya no leo Babelia, pero tampoco ningún periódico concreto, ni físico ni online. Prefiero visitar ciertos blogs u otro tipo de páginas y esperar que si ha salido algo en los grandes medios que me pueda interesar me lo comente algún amigo. Yo ya sé que están esas otras personas que han hecho el trabajo de cribar la información para pasarme el filtro que a mi me interesa, así que no necesito perder ese tiempo”. Por último, en otra de las preguntas que se le hizo a Alberto, que tenía que ver con los audímetros, éste concluía que, “como decía un amigo mío: se empezó a hacer televisión mala cuando aparecieron los audímetros. Porque se vio que lo que le gustaba a la gente no era necesariamente bueno, sino en muchos casos todo lo contrario”. 
Yo sólo diré que la conferencia fue un fracaso, una continua oscilación entre el discurso cavernícola, la boutade involuntaria y el silencio por miedo a decir algo nuevo. Que las conclusiones a las que llegaron los tres autores invitados fue la caracterización de las eternas perspectivas sobre el nuevo medio y formato de trasmisión de información. Los platónicos y los aristotélicos. Los apocalípticos y los integrados. Tal vez, la forma más acertada de verlo sería la que tomaba Germán. La de observador consciente y realista. Saber que las transiciones son complicadas y a veces dolorosas, pero irremediables y casi siempre, para mejor. Ningún medio, soporte o arte ha muerto, sólo han mutado. A veces hay que fijarse bien, pero es así.


Volver a la Portada de Logo Paperblog