Fecha: 2 y 3 septiembre 2016
Asistencia: 15.000 personas
Artistas Invitados: Amaral, Quique González, Second, Sidonie, Zahara, Sidecars, Miss Caffeina, La Habitación Roja, La Gran Pegatina, Aurora & The Betrayers, Egon Soda...
El Festival Gigante pega el estirón con Amaral, Quique González y Second
Mola mucho asistir a festivales, pero no mola nada escribir sobre ellos. Más que nada porque es todo tan extenso que cuesta quedarse con un momento concreto. Aunque bueno, la que montaron Los News a la hora de comer en el centro de Guadalajara estuvo muy bien, con el cantante bajándose a tomar una cerveza con el público antes de arrojarse en calzoncillos a la fuente de la Plaza de Santo Domingo. Estupor generalizado y el gentío acercándose entre risas para comprobar si el tipo estaba vivo o se ahogaba en dos palmos de agua. El descubrimiento del festival alcarreño.
Un festival que en esta su tercera edición presentaba un cartel compacto, con grandes reclamos como Amaral, Quique González, La Pegatina y Sidonie. Inicialmente también estaban previstos Supersubmarina, que por ello estuvieron presentes mientras continúan recuperándose del accidente de tráfico que el pasado 14 de agosto casi se los lleva por delante para siempre. Precisamente el homenaje que hicieron Sidonie y La Habitación Roja interpretando juntos su 'Viento de cara' fue otro de los momentos especiales y par a el recuerdo.
Se enfrentaba el Gigante se estirón definitivo para afianzarse como propuesta en el centro de la península para terminar el verano y puede decirse que lo consiguió. Con instalaciones cómodas, una buena alfombra de césped, una oferta de restauración diversa y una puntualidad casi perfecta en los horarios. Quizás, como de costumbre, faltaron aseos para dar agilidad a la cuestión y el sonido pudo ser mejorable, pero todo entraba dentro de lo razonable.
Y bueno, los conciertos. Habría sido estupendo poder ver a todos, pero lamentablemente no fue posible por diferentes cuestiones. Pero al menos el viernes llegamos para adentrarnos en la profundidad emocional de Egon Soda, que dieron un recital compacto y contundente finiquitado por 'Reunión de pastores, ovejas muertas', interpretado junto a los siempre entregados Sidonie, quienes poco después darían posiblemente el concierto de la jornada, divertidos, frescos y efectivos como siempre con un repertorio con 'Costa azul', 'Fascinado', 'Sierra y Canadá', 'Yo soy la crema', 'Carreteras infinitas', 'Un día de mierda' y 'Estáis aquí', entre otras.
Entre medias de esos dos conciertos, La Habitación Roja encadenaron jitazo tras jitazo como si fuera fácil, con 'Indestructibles', 'You gotta be cool', 'Volverás a brillar', 'Voy a hacerte recordar' o 'Brillar'. Canciones de mayúsculo pop rock guitarrero defendidas por una de las bandas más infalibles de nuestra escena. Y después, Zahara volvió a demostrar que su crecimiento, concierto a concierto, es imparable, de la misma manera que se agigantan constantemente las canciones de 'Santa', ese disco que tantas alegrías le está dando desde hace ya un par de temporadas.
La Pegatina lo petaron como de costumbre, congregando al público más numeroso de la noche para montar su verbena de baile infinito, que tuvimos que abandonar en su tramo final quedándonos con las ganas de Eskorzo y La Maravillosa Orquesta del Alcohol (La M.O.D.A.), pero como decíamos, por lo general no se puede abarcar todo. Quedará para una siguiente ocasión, hacemos un fundido en negro y nos plantamos en el sábado mañanero con un sol de justicia cayendo sobre las cabezas del público en la Plaza de Santo Domingo, donde las sombras cotizaban al alza por una simple cuestión de supervivencia mientras tocaban Aire Canadá, Señores y Los News. Un aperitivo de lujo.
En la siguiente parada nos encontramos con Aurora & The Betrayers, grupo sobresaliente comandado por, claro, Aurora, con su torrente vocal y su magnetismo escénico. Una propuesta ambiciosa para revitalizar el soul más glorioso, que demuestra además que este tipo de música nunca pasará de moda y que siempre tendrá su hueco. Aurora te deja con la boca abierta y eso no lo hacen todos los cantantes, en absoluto.
Second son los siguientes, manteniendo bien alto el nivel después de los Betrayers, aunque con un cambio total de estilo. Los murcianos, como es costumbre, suenan pétreos, conjuntados, musculosos, profundos y épicos con sus himnos para multitudes. A saber, los ya clásicos '2502', 'Muérdeme', 'N.A.D.A.', 'Rodamos' y 'Rincón exquisito' como colofón y todo el festival coreando al unísono con los brazos abiertos. Infalibles, sencillamente triunfaron mientras el sol se alejaba y llegaba Quique González con la luna debajo del brazo.
Aunque antes del madrileño hubo tiempo para seguir cantando a saco con Sidecars y Miss Caffeina, dos bandas en perfecto estado de forma durante este verano en el que tan presentes han estado. Cada uno con sus armas, desde 'Soy fan de ti' hasta 'Mira cómo vuelo', manteniendo el elevado nivel del sábado, que aún se sube una marchita cuando se encadenan los dos nombres en letras más grandotas en el cartel.
Primero Quique González, que lleva varios meses presentando sin descanso su más reciente disco, 'Me mata si me necesitas', con temas como 'Se estrechan en el corazón' y 'Charo', perfectamente encajadas en un repertorio que repasa todo su extenso catálogo con joyas como 'Kamikazes enamorados', 'Dónde está el dinero', 'Y los conserjes de noche' o 'Avería redención'. La banda suena como un tiro mientras desgranan temas que suenan a clásicos.
Y llega el momento de la gira 'Nocturnal' de Amaral, con la que Eva y Juan están recorriendo el país con enorme éxito de público y de crítica, con una puesta en escena más que elegante con la noche como tema principal y un repertorio apuntalado durante años con 'Unas veces se gana y otras se pierde', 'Revolución', 'Salir corriendo', 'El universo sobre mi', 'Estrella de mar', 'Moriría por vos', 'Cómo hablar', 'Días de verano', 'Hacia lo salvaje' y 'Sin ti no soy nada', entre otras. Carisma a raudales con una Eva pletórica de voz, un gran trabajo de Juan en las guitarras y una banda que no se complica y va al meollo de la cuestión. Solvencia y talento a espuertas.
Momento de dar carpetazo al festival mientras retumban Grises y los 15.000 asistentes exprimen las últimas horas sin preocuparse demasiado por el mañana. La experiencia del Gigante ha merecido la pena. Un evento con un tamaño agradable, un público bien majo e interesado principalmente en la música y una ciudad que predispuesta para que todo salga como tiene que salir. Tal y como se esperaba, el Festival Gigante ha dado su estirón definitivo y ya solo queda pensar en la edición del año que viene. Mientras todos sufrimos las secuelas de tanta celebración musical.