La segunda jornada del
Festival Gigante en la
Huerta del Obispo llegó marcada por las sorpresas que nos depararía el directo de los cuatro proyectos. Tras los recuerdos de una primera jornada en la
Huerta del Obispo para el recuerdo, nos quedaba una segunda jornada marcada por la calidad musical de los cuatro proyectos.
Eva Ryjlen y toda su formación salían al escenario puntuales, con un eléctrico muy elegante que nos presentaba el equilibrio perfecto entre lo sensual de la voz de
Eva y de unos coros muy bien posicionados junto a una banda donde la parte rítmica de bajo, batería y teclados dejaban espacio a las guitarras y a la sensualidad que podían presentar temas como
Shangri-La,
Santa Fe o
Criaturas Salvajes que no podían faltar en este directo tan especial que abría la primera jornada con un acercamiento al rock de verdad y a la sensualidad en el escenario, junto a la sorpresa de ver a su otro batería tocando en uno de los temas. La realidad es que a
Eva y a esta formación le sientan bien los grandes escenarios. Jugando en casa se pueden hacer grandes cosas y con este repertorio tan cuidado, el saber hacer y el cariño del respetable se hizo la magia desde primera hora.
Xoel López era el siguiente proyecto, toda la formación iba saliendo al escenario de manera puntual y se antojaba un concierto especial, no solo por las emociones de poder ver a
Xoel con una de las mejores bandas en el escenario, algo nos decía que el propio cantante iba a estar entregado y que los juegos y complicidades en el escenario iban a aparecer. Daba igual que
Xoel apareciera sin la guitarra (acústica o eléctrica), su voz, saber hacer y el respaldo de
Charlie, Adrián Seijas, Teyou, Ede, Fernando y
Antonio, juntos supieron hacer magia y transportarnos por canciones como
El destello, Si mi rayo te alcanzara, Joana, Lodo o
Tierra; canciones que nos transportaban a una nube, canciones que mostraban la unidad sonora y casi de pureza de todos los miembros de la banda; no podían faltar los dúos con
Ede en
Alma de oro y con
Teyou en
Catarata, pero al realidad es que sus canciones son muy emocionales, nos dejan entrar en la intimidad del escenario, cantar y mandar ese audio a los amigos que no pudieron venir al concierto, en el ocaso,
Tigre de Bengala y quedará para el recuerdo, ese momento donde estaban todos cantando a un solo micro como podemos ver en esta imagen.
Viva Suecia salía al escenario con potencia, quizá algo de furia y mucha ilusión. Quintero titular que está en plena forma, que no deja de crecer, evolucionar y que tras la intro empezó
Necesitarnos tanto y la ceremonia de ver que todo estaba en su sitio, los besos y las ganas de conectar con todos los asistentes que querían tararear y vibrar desde este primer tema. una propuesta que llegaba con fuerza, tras este tema, en el repertorio iban llegando
Los Años, A Dónde Ir, La voz del presidente, Días amables,
Casi todo y llegó el momento donde se empezó a tararear por parte de la banda
Algunos tenemos fe; con todo, llegaron los primeros acordes propiamente hablando y se desató la locura, las emociones volvieron a crecer, se notaba que jugaban en casa (en este festival tienen una conexión especial), tanto como para que
Rodrigo Cominero cantara una revisión de uno de los temas de
La Sirenita (ritual que hacen en shows pegados al mar). Pero es que jugar en casa es otra cosa. En el ocaso, la traca final llegaba para descargarse de todo, dejarse la piel y terminar de mostrar el amor.
Lo que te mereces, Bien por tí y
Amar el conflicto marcaron el final del concierto por todo lo alto donde los murcianos se fueron con honores.
Embusteros eran los últimos y no defraudaron, salieron a por todas, directo serio, rotundo y por momentos íntimo (cuando la acústica se ponía en primera plana),
José y el resto de la banda sabían que era un concierto perfecto para ellos, sus fans en primera fila, ellos regalando los mejores temas como
El Miedo, Dosmilveinte, Lo Imposible o
El baile que son eje central de sus conciertos. Con todo esto llegaba el momento de verles disfrutar, no pararon de moverse, recrearse y buscar las miradas del respetable y hacerles partícipes de los cantos de cada uno de los temas. Pocas bandas saben hacer tan bien ese complejo encargo que es cerrar una jornada de conciertos y más tras una gran banda nacional, pero ellos con sus tablas, buen directo y grandes temas lo lograron haciendo que muchos fans nuevos se sumaran.
We Are Not Djs hicieron el resto, se merecen mención especial por como levantaron al respetable entre conciertos, como pusieron hits y temas menos conocidos, todo por y para el respetable que se quedaban en las sillas pero bailando con los brazos. Con todo esto, ya solo queda esperar a esta tercera jornada.
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