Bueno, pues se acabó lo que se daba, tercera edición del Festival Mad Cool concluida. Organización con muchos fallos, es lo que tiene hacer un cartel que arrastra tanta gente, debes estar mucho más preparado para un contingente humano tan enorme, que además en un gran porcentaje no sé a qué van, porque muchos de los conciertos lo tenían como algo secundario. Pero un servidor, que no es fan de las multitudes pero si de los buenos conciertos y las buenas bandas, ve cada vez más difícil poder disfrutar de esos grupos con calma, y da la sensación de que esto va a peor, en mi caso tampoco estoy ya para aguantar tontadas ni peña pasada que se choca contigo aposta y luego te pide perdón. Pero todo se reduce a una cosa, a la educación, si no la hay, 40 no educados hacen cabritadas y no se nota mucho, multipliquen y lleguen a 80000 personas, de las cuales quizás a groso modo más de la mitad no sé si realmente iban a escuchar música, por tanto el desmadre es apoteósico, es ese y no otro el problema, a partir de ahí todo es posible (siempre para mal claro).
En el escenario principal a continuación, vino la descarga potente de la noche y quizás una de las más fulminantes del festival, los californianos Queens of the Stone Age. Con la sintonía de la Naranja Mecánica salieron y su concierto me pareció excepcional en todo, sonido, actitud (incluso Josh Homme provocativo pidiendo al público invadir la zona VIP) y la concepción de grupo compacto con un show donde desplegaron todo su arsenal de manera atronadora, conectaron con el público desde el primer tema.Venían a presentar Villains, su último disco del año pasado, aunque curiosamente los dos primeros temas fueron del anterior y magnífico ... Like Clockwork como If I had a tail y My God is the sun, para ya pasar a temas del último como Feet don't fail me, The way you used to do, The evil has landed y Domesticated animals. De sus anteriores discos, cayeron del mítico Songs for the deaf los temas You think I ain't worth a dollar but I feel like a millonaire, No one knows y la maravillosa Go with the flow, del Lullabies to Paralyze Burn the witch y Little Sister del Era Vulgaris el Make it wit Chu (dedicado a Depeche Mode), mientras que cerraron con un tema dedicado a Nine Inch Nails, ese Songs for the dead del ya mencionado Song for the deaf.
In your room volvió a dejarme plácido, aquella joya del Songs of faith and devotion, soberbia interpretación que me recordó por momentos a como la hacían en la gira del Devotional Tour, guardando las distancias, también con vídeo hecho para el concierto. Y claro, a partir de aquí a tirar de clásicos incontestables como Everything counts (tremenda), Stripped, Personal Jesus y la avasalladora y siempre imperial Never let me down again.
En los bises sellaron un final antológico con Walking in my shoes (siempre gloriosa), Enjoy the silence y Just can't get enough (qué chulada escucharla tantos años después).
Y luego con ese momentazo del Feet don't fail me de los Queens of the Stone Age.