Excelente y acogedor enclave para un festival, el Hipódromo de la Zarzuela, buena organización, dos escenarios, el principal Tomavistas y el pequeño Gonzoo, con para mi sólo un pequeño problema y es que hay un solapamiento entre ambos de horario de unos 5 o 10 minutos, es decir, si estás escuchando a un grupo y quieres verlos hasta el final, te pierdes el comienzo del otro de manera irremediable. Como nota curiosa y sorprendente, es el primer festival dónde no veo tenderete para comprar discos de los grupos, algo que por más que busqué no encontré, y eso es algo que francamente sólo perjudica a los propios grupos, creo.
Nada más llegar estaban tocando Jack Knife en el escenario pequeño, una banda madrileña de pop-rock que tiene empuje y buenos temas, fueron bastante eficientes. El grupo lo forman Álvaro Alberdi a la batería, J.Parsons a la guitarra y voz, y los hermanos Flores, Carlos a la voz y guitarra y José Miguel al bajo. Tocaron temas de su Ep de 2013, producido por Fernando Pardo como Destiny calling, Revelation, The Shepherd's song o Let me go.
En el escenario principal, todavía de día, tocaba uno de los grupos más atrayentes del cartel para un servidor, Triángulo de Amor Bizarro, el grupo gallego, donde presentaron temas de su último disco Victoria Mística del año pasado como Robo tu tiempo, Estrellas místicas, Un rayo de sol, Ellas se burlaron de mi magia o Delirio místico. De sus anteriores trabajos cayeron El himno de la bala o El fantasma de la transición de su primer trabajo de 2007, y de Año Santo, aquel discazo de 2010 temas como La malicia de las especies protegidas, Super Castlevania IV, etc... Un grupo cuyo sonido me sigue pareciendo increíble, con mucha fuerza, distorsión muy acertada de guitarras, y esa dualidad a las voces de Isabel Cea (bajo y voz) y Rafael Caamaño (guitarra y voz).
Una de las sorpresas muy agradables de este día, fue el grupo Edredón del madrileño barrio de Carabanchel, esta banda que reivindica un krautrock de tinte claramente electrónico, con influencias de Neu! y los primeros Kraftwerk, y hasta de los Daft Punk más interestelares. Magnífico concierto que fue de menos a más, y que enganchó al personal, de tal manera que al finalizar su set, el público quería más, ya que su repertorio se basa en canciones minimalistas de atmósfera psicodélica, pero a la vez tono festivo y a fe que consiguieron hacer bailar al personal en plan lisérgico. Desgranaron temas de su segundo trabajo Yuri Triem, y de su primer álbum como Querido pedagogo, Bautismo o W3. Del nuevo cayeron Caballero, Safe Houses o Matinal. Muy recomendable este grupazo.
Vuelta al escenario Tomavistas con León Benavente, una banda de corta vida, un cuarteto de lo más interesante formada por músicos muy reputados de la escena independiente de este país. Abrahan Boba y Luis Rodríguez (colaboradores de Nacho Vegas) montaron el proyecto al que unieron a Edu Baos miembro de Tachenko y César Verdú militante de Schwarz, la gran banda murciana. De su magnífico primer disco del año pasado desgranaron Ánimo, valiente, Estado provisional, Las hienas, La ruina, La palabra, La gran desilusión, El Rey Ricardo, Revolución o Ser Brigada.
Fira Fem cerraban las actuaciones del escenario Gonzoo, y desde que editaran Aedificatoria en 2012 llamaron la atención por su apuesta por el pop, la electrónica con un toque original y su disco del año pasado homónimo no hizo sino confirmar lo apuntado. Es un grupo de sonidos etéreos y cierta psicodelia, que en directo apuestan claramente por sonidos de teclado y samplers. Así sonaron Stained glass, Wrong movements, Solid ground, I fucked Fira Fem, Coda, Helicopter, etc...
Y de Triángulo de Amor Bizarro su Estrellas místicas de 2013.