Detectamos una obsesión por la velocidad, que se ha contagiado a muchas empresas, y lo cierto es que la mayoría de empresas no necesitan para nada conexiones de 50, 100 ó 300 Mb. Para acceder a Internet, navegar, enviar y recibir correos electrónicos e incluso para utilizar VoIP, teletrabajo o acceder a servidores en la empresa no hace falta fibra óptica.
¿Qué considero ideal para la conexión a Internet en una empresa?
1) Una conexión fiable: la fibra óptica que contratan muchas empresas es un producto doméstico. Esto quiere decir que si se produce una avería, los tiempos de reparación y los medios para contactar con el operador no serán los que una empresa necesita cuando su trabajo necesita Internet.
2) Soporte profesional: una conexión para empresas debe estar monitorizada permanentemente para permitir tomar medidas incluso antes de que se produzca una avería.
3) Garantía de velocidad: las conexiones domésticas se contratan con una velocidad hasta x Mb, con una velocidad máxima, pero en la realidad nuestra velocidad se puede ver afectada por el uso que hagan de Internet otros usuarios de la misma central telefónica.
Por hacer un símil, la fibra óptica es como una autopista de 50 carriles. De esos 50 carriles, nuestra empresa utilizará, en la mayoría de casos, dos o tres. Pero en momentos de uso intensivo, esa autopista de 50 carriles se puede ver colapsada por el tráfico de datos de miles de usuarios simultáneos, provocando que las comunicaciones y el trabajo de la empresa se vean afectados: no podremos hacer gestiones on-line, usar correo electrónico, trabajar en remoto y otras muchas opciones que hoy están disponibles.
Desde mi punto de vista, para una empresa es mucho más interesante una conexión profesional a Internet, que proporcione el ancho de banda que la empresa realmente necesita, preferiblemente con simetría en las velocidades de bajada y subida, y que nos garantice que vamos a disponer de conexión en todo momento.
Y estas conexiones están ya disponibles para la mayoría de empresas. Tienen un coste un poco más alto que las conexiones a Internet domésticas, pero a cambio proporcionan la seguridad de que la empresa va a contar con los medios que necesita para que su actividad no se interrumpa.