Una tarde de invierno, aquella del 5 de septiembre de 1993, la selección colombiana tuvo su pico de rating en una cancha. Pacho Maturana escribió el guión táctico, armó el casting y sus actores grabaron escenas fabulosas. El Pibe Valderrama abrió huecos con sus asistencias quirúrgicas a Rincón, Faustino Asprilla vendió amagues con definiciones efectivas y el Tren Valencia resultó imparable en todas las estaciones de Goycochea y compañía. El rodaje entregó un final histórico. Gloriosa. Colombia se llevó el triunfo 5 a 0 contra la Argentina y sacó pasaje en primera clase para el Mundial de Estados Unidos. Un momento sagrado. Eterno. Que no fue ficción. Fue verdad.
Aquella goleada es un tatuaje en la piel del pueblo colombiano. Pasan los años y permanece en su cuerpo. Imborrable. Y como homenaje a aquella generación de futbolistas, la cadena Caracol lanzó la telenovela Cinco a cero. Más de 60 capítulos enfocados en la carrera de esos jugadores y sus historias de amor. Ahí se ven a los actores que personifican a Valderrama, Asprilla, René Higuita, Freddy Rincón, Leonel Alvarez y Pacho Maturana, entre otros nombres de aquel plantel.
Ahora bien, ¿Cinco a cero tiene a todos los jugadores de aquel plantel? No, Oscar Córdoba rechazó aparecer en la novela, después de leer los libretos y no estar de acuerdo con la representación de su personaje. Tampoco se ve a Andrés Escobar, asesinado luego del Mundial de EE.UU, porque su familia decidió no ceder los derechos de su historia.
La serie comenzó a verse en agosto pasado y, desde su estreno, pulveriza el rating en Colombia. Atrapa el interés en cada momento. Es ficción. Y es verdad.