Fichar talento es tremendamente rentable

Por Carlos Carlos L, Marco Ortega @carlosmarco22

Si volvemos a ver el gráfico, se puede sacar una segunda conclusión. A partir de 2005, si te fijas bien, la pendiente "pica hacia arriba". Si estuviéramos hablando del perfil de una etapa del Tour de Francia, diríamos que la carrera termina en un puerto "fuera de categoría". Suelen ser las jornadas más vistosas e interesantes.

Hay una razón para explicar ese hecho: en 2005 lideré un proceso de profesionalización de la empresa. El desarrollo del negocio requería la atracción de personas más capacitadas para poder seguir avanzando y evitar la paradoja de que los promotores del proyecto se convirtieran en el principal freno que impidiera la evolución de la actividad. Abrir un proceso de este tipo en una pequeña empresa familiar suele ser delicado.

Así que ese año empecé a fichar TALENTO. Mi filosofía de remuneración era (y sigue siendo) ofrecer unas condiciones económicas mejores que las del mercado. No quiero que el dinero sea una preocupación para la persona. Además, daba bastante libertad a la hora de trabajar. Les explicaba cuál era el camino que queríamos seguir y los objetivos que anhelábamos alcanzar, y a partir de ahí, había muy amplios grados de libertad para desarrollar la labor profesional. Una de mis frases favoritas era la de "yo no soy policía, no estoy para controlarte".

Es decir, el modelo parte de que la empresa confía en una persona que ha acreditado una determinada trayectoria profesional pero que, obviamente, aún no ha demostrado nada en nuestra organización. El resultado, mirando otra vez el gráfico, salta a la vista. Sobran los comentarios.

Cuando seleccionamos, a veces elegimos a la persona inapropiada. Bien porque resulta que no es oro todo lo que reluce, o peor aún, porque olvida muy rápido que se le han ofrecido unas condiciones muy buenas y enseguida está reclamando más. También voy a ser claro en este punto. No duraban mucho. De hecho, les invitaba a salir rápidamente de la empresa. No encajaban, y en ese caso, es mejor (y más barato) corregir el error cuanto antes.

Por eso, siempre que encuentres TALENTO, trata de atraerlo hacia tu organización. Cuídalo y reconócelo, porque en su área de especialización sabe bastante más que tú. El TALENTO te recompensará con creces.

(Este documento va dirigido por igual a mujeres y hombres, hombres y mujeres. Utilizo el masculino como genérico para hacer más fluida su lectura).

Autor: Julen Basagoiti es empresario. Creador de la "Escuela de Inteligencia Directiva", pone a disposición de las empresas y los emprendedores de los países del mundo de habla hispana todo el conocimiento adquirido durante su andadura profesional, así como el de su equipo de expertos.

C. Marco