El FICUNAM 2015 clausuró anoche su quinta emisión -aunque las funciones seguirán en las mismas sedes hasta mañana sábado- con la entrega de premios, como sigue:
Puma a Mejor Director en la Competencia Internacional: Jessica Hausner, por Amor Loco.
Puma a Mejor Película: Jauja, de Lisandro Alonso.
Premio del Público: Cuento Proletario de Invierno, de Julian Radlmaier.
Premio Puma México a Mejor Película: El Regreso del Muerto, de Gustavo Gamou.
Más allá de las decisiones de los respectivos jurados, tanto de la competencia internacional -de la que vi muy poco- y de la sección Ahora México -de la que vi toda, a excepción de La Maldad (Gil, 2015)-, lo que queda claro -digo, por lo menos a mí- es que el FICUNAM necesita replantear su programación, especialmente en cuanto al cine nacional se refiere.Retomo aquí una conversación pública -que está en tuiter, para más señas- entre el programador Roger Koza y el regenteador de este blog. Si, como apunta Koza -y no tengo razones para no creerle-, el problema de las abismales diferencias en la calidad y trascendencia entre la competencia mexicana y el resto de las secciones es que así está el cine mexicano "de vanguardia" -la etiqueta es mía, no de Koza-, creo que habría que tomar una decisión radical que, de hecho, tiene antecedentes recientes. Para acabar pronto: si el cine mexicano de "vanguardia" no da para más de lo que vimos este año, habría que desaparecer la sección.Una decisión similar tomó el Festival de Guadalajara hace poco tiempo, después del ya famoso "mariachazo gringo". Por supuesto, el cine mexicano no desapareció del todo de Guadalajara -hay un jugoso premio en metálico para la cinta nacional estrenada en cualquier sección y el jurado FIPRESCI entrega un premio a la mejor cinta mexicana de ficción del festival-, pero sí dejó de existir la sección oficial competitiva. Así pues, la desaparición de esa sección hizo que se eligieran las cintas nacionales más presentables para competir en las secciones iberoamericanas de ficción y documental. Algo similar podría hacer el FICUNAM: decirle adiós a la sección Ahora México, elegir dos o tres cintas nacionales para la competencia internacional, otras dos o tres para la sección "El Porvenir" y, acaso, abrir un espacio museográfico ad-hoc para ciertas expresiones que pertenecen más al terreno de las instalaciones o el arte contemporáneo. Alguien dirá que no sería bueno tomar decisiones radicales por un mal año de competencia pero, en realidad, he seguido al FICUNAM desde el inicio -si lo duda, explore este blog- y lo más flojo ha sido siempre, año con año, la selección mexicana. Las otras secciones y las retrospectivas suelen ser, en contraste, irreprochables. Incluso, no ha habido un solo año, desde la aparición del FICUNAM, que por lo menos una de sus cintas programadas en alguna sección termina en mi lista personal de lo mejor de ese año en particular.Por supuesto, no espero que me hagan caso -no tendrían por qué hacerlo-, pero creo que era necesario decirlo. No sé si soy el primero en proponer esto -sí fui de los primeros en proponerlo abiertamente con respecto al Festival de Guadalajara-, pero estoy seguro que no soy el primero en pensarlo. Eso sí, con o sin Ahora México, incluso con el (in)explicable premio a El Regreso del Muerto, ¡larga vida al FICUNAM!