Hace pocos meses, un domingo, , a pesar de que no lo tenía previsto, me fui a comer con mis amigas del grupo Pipirrana, al restaurante MOMA, en Churriana (Málaga). Quería dedicar ese día a estudiar, y a limpiar la casa y organizar. Pero ya llevaba varios días sin parar, y mi amiga Laura me convenció que había que descansar, y cambiar de chic. Hacía tiempo que no nos veíamos, y era una buena ocasión.Angeles fue quien decidió dónde iríamos a comer, y una elección muy acertada.Nos trataron de maravilla, y todo lo que comimos estaba riquísimo, bien presentado, y bastante cantidad.Y este plato me gustó especialmente, y hoy he querido imitarlo.El resultado ha sido muy bueno y os dejo cómo lo hice. Es bastante fácil, y aunque hay muchas recetas, no hay ni que consultarlas, es un poco intuitivo..
- 300 g de fideos medianos
- 400 g de fumet de pescado
- 16 langostinos
- Dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra para tostar los fideos y para dorar las gambas y ajos
- 2 dientes de ajo y una guindilla (cayena).
- una cucharada de salsa de soja,
- una jibia pequeña
- para el fumet: las cáscaras de los langostinos, un trozo de puerro, un poco de apio, una zanahoria, sal y pimienta, al gusto.
- para el alioli de piquillo: Aceite de oliva virgen extra, de la variedad arbequina. También puedes utilizar aceite de girasol o un aceite de oliva suave; .dos dientes de ajo, un poco de sal, un chorreón de zumo de limón y dos pimientos del piquillo, y un huevo.
- Para decorar, un poco de perejil.
- Primero prepara el fumet, o caldo de pescado.
- En una sartén honda, o cacerola, con unas gotas de aceite, dora las cabezas y aplasta con una espumadera, para que suelten su jugo.
- Añade agua suficiente (como más de medio litro) e incorpora las verduras. Deja cocer mientras preparas los fideos y el ali-oli, unos 20 minutos (retira la espuma conforme vaya saliendo). Salpimenta.
- En una sartén aparte, echa una cucharada de aceite de oliva virgen extra, con un ajo troceado sin la parte central, con los langostinos pelados y la jibia a trocitos pequeñitos. Sofríe hasta que los langostinos cambien de color y se vuelvan rositas y cojan ese color tan apetecible. Saca y reserva.
Sirve los fideos calientes cubiertos con la salsa de alioli y los langostinos.
¡Por cierto! Este restaurante al que fuimos fue todo un descubrimiento, y de los buenos.
Además de una atención estupenda, su cocina es casera, pero con toques de diseño, que hacen disfrutar de cada plato, donde los sabores mediterráneos, y malagueños, destacan con muy buenas presentaciones.
Su cocinero, Víctor Luque, encantador por cierto, nos sorprendió con unas ensaladas muy apetitosas.