Cientos de fieles católicos y curiosos peregrinan hasta una colina de la pequeña ciudad polaca de Swiebodzin (noroeste del país) para admirar la estatua de Jesucristo más grande del mundo, inaugurada este pasado domingo.
De 36 metros y más grande incluso que la figura de Cristo Redentor situada en la ciudad brasileña de Río de Janeiro, la estatua de Swiebodzin pesa 700 toneladas y ha tardado cinco años en construirse.
Los medios polacos destacan que la gigantesca estatua, con una corona dorada de tres metros de altura, podrá ser vista desde la autopista que conduce desde la capital, Varsovia, hasta Berlín (Alemania). Hace dos semanas ya se intentó ensamblar la figura, pero una grúa demasiado pequeña para la gigantesca figura obligó a retrasar la inauguración.