A una horita de coche llegaréis a Gavirate, un pueblecito muy pequeño que no debe de tener mucho aparte de esta Feria, pero tiene unas vistas muy bonitas al lago que tiene en frente. De hecho, justo en el lago es donde se ponen las carpas para celebrar la Feria de la Calabaza, así que tendréis que ir a lungolago para verlo (hay indicaciones según vais hacia allí). Aún estáis a tiempo de ir ya que este fin de semana vuelve a celebrarse y será el último domingo que se haga, así que apuntarlo en vuestras agendas si estáis por la zona.
La Feria es bastante pequeña y sólo tiene dos o tres carpas. Dos de ellas son muy grandes porque en una está la muestra de calabazas y el mercadito tradicional y la otra alberga el self service y el comedor. Nosotros primero pasamos a ver la muestra, encontrándonos nada más entrar con una exposición de las manzanas impresionante, de todos los tamaños, colores y nombres. Las calabazas no pueden faltar así que veréis muchas y tendréis la posibilidad de comprar tanto para decorar la casa (están secas) y para llevar a casa y comer. También podréis comprar raviolis rellenos de calabaza, gnochis de calabaza y diferentes tipos de pastas siempre de calabaza.
En la muestra de calabazas
Después de dar un paseo decidimos comer allí en la carpa y probar el producto estrella: la calabaza. Después de una importante espera en la cola, entramos al self service y nos pedimos para probar un “tris” que consistía en un plato con tres principales: risotto a la calabaza, unos raviolis rellenos de calabaza y unos gnocchis de calabaza. Como segundo elegimos el Stinco que es la pata de cerdo asada que aquí se come mucho. He de decir que todo meeee encantóoo!! De verdad, buenísimo! Si tenéis oportunidad, por favor, probad esas delicias. Yo pensé que no me iba a gustar mucho y me equivoqué de lleno. Soy total fan de la zucca en este momento.
Para terminar de probarlo todo, de postre cogimos una fritelle di zucca que viene a ser la masa de la calabaza pasada por un rebozado de harina y vinito y frito. Para mantener la dieta no era precisamente bueno pero estaba delicioso.
Para terminar la visita compramos un par de paquetes de gnochis frescos de calabaza para los padres de Mr. Paulson y ya teníamos apañado el domingo.