El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha suspendido finalmente su visita a Euskadi, anunciada a bombo y platillo, con motivo de la Fiesta de la Rosa, que el PPSOE celebra hoy en las instalaciones del BEC en Barakaldo. La excusa utilizada es que debe visitar al Rey en Barcelona, donde se recupera de una operación para extirparle un nódulo benigno. Sea cierta o no esta explicación, lo que sí sabemos es que Zapatero no está en su mejor momento para dar la cara públicamente, y menos aún en Euskadi, donde el PSOE gobierna con el PP.
El retraso sine die del traspaso de las políticas activas de empleo, el incumplimientos sistemático del Estatuto de Autonomía y las declaraciones del consejero de Industria de PPatxi, instando a una reforma laboral urgente, tampoco ayudan en nada a legitimar su presencia en Euskadi. Además, por si todo ello fuera poco, no veo que haya razones para conmemoraciones ni homenajes de ningún tipo, por mucho que insista PPatxi en dar boato al primer aniversario de la constitución de su Gobierno. El lehendakari quería sentar a Zapatero en el BEC, pero éste le ha dado “plantón” y ha optado por esconderse detrás del Rey como buen republicano (¿?).
El presidende del Gobierno no atraviesa su mejor momento. PPatxi no había invitado, esta vez, al hombre del talente, sino a un hombre quemado, que a estas alturas del partido está tan marchito como las rosas con espinas que el PPSOE repartirá hoy en el BEC. Dos amigos, de lo que puedo fiarme, me aseguran que en el PSOE están más que preocupados con la actitud de Zapatero, que se caracteriza por esperar a que el temporal escampe, mientras deja hacer a la patronal y a la banca, que han logrado socializar la necesidad de una reforma laboral y una reducción drástica del gasto público.
Me consta que cada vez son más las personas con poder en el PSOE las que abogan por un adelanto electoral, pero, en realidad, con comicios o sin ellos poco van a cambiar las cosas para el conjunto de la ciudadanía. Si el presidente del Gobierno revalidara su mayoría, se sentiría legitimado para girar aún más a la derecha, y si ganara Rajoy haría lo mismo que tiene previsto hacer Zapatero, sólo que más rápido y con pulso más firme. El PSOE no es alternativa al PP en política económica y social. La única alternativa de verdad es Izquierda Unida y por ello es necesario difundir sus propuestas y sus mensajes a través de la red, ya que en los medios de comunicación no somos bienvenidos. Nos dan la espalda porque apuestan por reforzar el bipartidismo frente a la pluralidad.