Un 'chispazo' en un encuentro insustancial en la primera parte, sin fisuras en el conjunto sueco, un bloque competitivo, que fió sus opciones al poderío físico de su defensa, a la rapidez por la izquierda de un interesante Emil Forsberg y a dos puntas que van a por todas, Rosenberg y Kiese Thelin, hasta el minuto 49 del duelo.
Ahí terminó el partido, con el 1-0 y el inicio de un castigo inimaginable antes para el Malmoe. Mucho del mérito corresponde a Arda. De su ingenio surgió un gol reconfortante para el Atlético por el momento y las dificultades, porque el duelo se disputaba entre su control de balón y sus intermitentes ocasiones.
El turco, el mismo que convirtió hace quince días un duelo cerrado en tres puntos frente al Juventus, se inventó un pase maravilloso, picado y tocado para sortear a un defensa y dejar solo a Koke, que tiró cruzado para batir a Olsen y aliviar al equipo madrileño camino de una goleada inesperada unos segundos antes.
Un cuarto hora después ya vencía 3-0 a base de pegada, la que demostraron sus dos grandes fichajes del verano. Aún espera el Atlético la mejor versión de Mandzukic y Griezmann, pero, hasta entonces, hubo goles de ambos con un par de minutos de distancia para solucionar totalmente el triunfo superada la hora de partido.
El atacante croata confirmó su especialidad: el remate. Se lanzó el suelo a por un centro desde la banda izquierda de Koke que transformó con el pie en el 2-0 (m. 61). Y el internacional francés demostró su desborde en una jugada individual culminada con un tiro que despejó sin la suficiente fuerza el portero rival (3-0, m. 63).
Partido resuelto, un gol más de estrategia y de cabeza del uruguayo Diego Godín, en el minuto 87, y el estreno anotador del italiano Alessio Cerci en el 90 y segunda victoria del Atlético en el grupo A de la Liga de Campeones, en el que ya manda con seis puntos para reafirmar sus opciones de presentarse en octavos.