El álbum de la Copa América se cerró para la Argentina. Y la última página devolvió, otra vez, una escena triste. Frustrante. La derrota por penales con Uruguay significó la salida en cuartos de final. Se trata de un epílogo conocido por el seleccionado en los últimos tiempos. Y se justifica, en este caso, por varios desajustes. Entre ellos, las grietas de la defensa, la ausencia de sociedades para Messi y la falta de un equipo. Batista y cía apenas lograron un triunfo contra el combinado Sub 22 de Costa Rica. En cambio, no pudieron ganarles a Bolivia, Colombia y Uruguay; rivales en las próximas eliminatorias. La historia, al cabo, se repitió en Santa Fe. Y el conteo indica que ya van 18 años sin títulos en celeste y blanco. Muchos. Demasiados.