Fíjate en lo macro y olvidate de lo demás

Publicado el 14 julio 2014 por Chema Fernández @chemaup

Ole, ole, ole y todos tan contentos


   Parece mentira que hace un par de meses estábamos al borde del abismo, el colapso, el apocalipsis final de nuestra economía y que gracias a la intervención divina del Partido Popular hemos resurgido de nuestras cenizas. Seamos sinceros, todo lo que nos están intentando vender no es verdad, es más, muchas de las afirmaciones son tergiversaciones por parte de la lengua retorcida de nuestros políticos que se pierden en el doble sentido de las palabras. España saldría tarde o temprano de la crisis pero queda mucho por hacer y no es más que el comienzo de un camino. ¿Hasta que punto es factible que el Gobierno se alegre de los objetivos macro y que celebren datos sin que veamos un reflejo real en la economía del día a día?
   Hemos dado esquinazo la recesión, nuestras exportaciones suben, parece (y recalco el parece) que estamos creando empleo neto después de tanto tiempo a la deriva pero muchas de las tareas más necesitadas están siendo olvidadas por el Gobierno. Se celebra lo bueno pero olvidamos la base de este mini crecimiento, los ciudadanos que cada día levantan el país poco a poco con un tremendo esfuerzo. Nuestro consumo privado está por los suelos, el crédito no fluye hacia las familias y empresas y el trabajo sigue siendo un bien escaso en España.
   El problema que tiene que afrontar el Gobierno es llevar a cabo una verdadera reforma fiscal para conseguir una Administración eficiente y eficaz para afrontar todos nuestros gastos. Redefinir la reforma laboral dando prioridad al contrato indefinido y dando muchas mayores ventajas fiscales a las empresas que contraten a gente joven o desempleados. Una vez puesta en marcha esto, el llamado círculo virtuoso poco a poco se pondrá en marcha. Aumenta el consumo, aumenta la demanda, aumenta la producción, aumenta el empleo.
   No es fácil, pero la voluntad de nuestras fuerzas políticas tienen que ganar a las disputas personales, partidistas y del beneficio propio. Consenso de Estado y espíritu de futuro.