Joyce Meyer --Mujer de Propósito -No se necesitaningún talento especial para rendirse en el camino de la vida y decir: “Nocamino más, me rindo”. Cualquier incrédulo que no cree en Cristo puede hacereso.
No tiene que serun cristiano para rendirse. Pero cuando abrazas a Jesús, o mejor dicho cuandoÉl lo abraza a usted, Él comienza a inyectar fuerza, energía y ánimo en suvida, y algo extraño y maravilloso comienza a suceder. ¡Él no lo dejarárendirse! Usted dirá: “O, Señor déjame solo. No quiero seguir más”. Pero Él nole dejará rendirse aunque usted lo quiera.
Hubo un tiempo enque yo antes quería rendirme y dejar todo. Pero ahora salgo de mi cama ycomienzo cada día con ánimo. Comienzo mi día orando, leyendo la Biblia,proclamando la Palabra y buscando a Dios. El diablo puede estar gritando en susoídos:
“Eso no te estáhaciendo ni chispa de bien. Has estado haciendo eso por años y mira donde te hallevado, todavía tienes problemas”. Ahí es cuando yo digo: “¡Cállate, diablo!La Biblia me dice que debo poner mis ojos en Jesús y seguir su ejemplo. Él esmi líder y mi ejemplo. Él es mi fuente y el cumplidor de mi fe”.
Eso fue lo que mihija hizo para mantener su espíritu y seguir adelante a pesar de lo que lehabía sucedido. Ella hubiera podido mirar hacia atrás y pensar: “Bueno, mesucedió otra vez, más rechazo. Me pasó una vez, una segunda vez y ahora me hasucedido la tercera vez”. En cambio, ella puso sus ojos en Jesús. Usted y yonecesitamos decidir hoy que, venga lo que venga, vamos a seguir luchando ycaminando hacia delante, sin importar lo que pase.
– Tomado dellibro ¡Ayúdenme, siento desánimo! por Joyce Meyer. Publicado por Casa Creación.Usado con permiso.