Varios milenios después de su construcción, los monumentos del antiguo Egipto siguen fascinándonos. Por desgracia, muchos de ellos se han perdido, destruidos o saqueados. Lo que hoy os presentamos es un tesoro que pudo haberse perdido, causando un daño irreparable al patrimonio histórico, pero que por suerte fue salvado: los monumentos de la isla de File.
File era una isla situada al sur de Asuán, en el Alto Egipto, donde se construyeron varios templos y otros monumentos. Con la construcción de la presa de Asuán a lo largo del siglo XX, la isla se enfrentaba a un terrible destino: quedar inevitablemente sumergida bajo las aguas del Nilo. Por fortuna, gracias a la intervención de la UNESCO, los monumentos fueron salvados: se desmontaron pieza por pieza y se trasladaron al cercano islote de Agilkia, donde fueron reconstruidos tal y como eran antes.
Lo más destacable es que estos monumentos pertenecen a varios periodos, desde las últimas dinastías faraónicas (XXX) hasta el periodo ptolemaico y el romano. El templo de Isis, la principal divinidad venerada aquí, es el más importante; y en él encontramos también las últimas inscripciones conocidas de dos lenguas muertas: la jeroglífica (una inscripción en la puerta del año 394 dC) y el egipcio demótico (una frase grabada en un muro el año 452 dC). Además del templo de Isis hay otros dedicados a deidades egipcias y de otras culturas vecinas (Nubia, Meroe y Babilonia), la mayoría construidos por la dinastía ptolemaica (cuya última representante fue la célebre Cleopatra VII).