Filiberto Montagud, un artista polifacético. 4

Por Juanmalcala

Ángeles de Filiberto Montagud

Filiberto Montagud colaboró con otras entidades getafenses como la Congregación de la Virgen de los Ángeles. Gracias a su familia y en especial a Manuel Reverte Montagud y a su esposa Margarita Castro, que nos pusieron tras la pista y a la Real e Ilustre Congregación de la Virgen de los Ángeles que nos permitió hacer las fotografías, podemos revelar en esta publicación uno de los trabajos del insigne artista afincado en Getafe. Se trata de dos ángeles de gran tamaño pintados en tela sobre bastidor de madera formado al efecto. Las figuras aparecen prosternadas y fueron diseñadas para colocarse a ambos lados del espectacular monumento que antiguamente preparaba la Congregación delante del retablo de la iglesia de la Magdalena. Los ángeles de Filiberto, el izquierdo y el derecho, se mostraban durante esos días adorando a la Virgen del Cerro, como una preciosa y celestial guardia de honor.

Instalación antigua con la Virgen de los Ángeles y los custodios de Filiberto Montagud


Hace bastantes años que la instalación se redujo sensiblemente en cuanto a su tamaño y espectacularidad y con ello desaparecieron las dos figuras de la escena. Actualmente los piadosos ángeles custodian la sede de la Congregación postrados ante un gran crucifijo, esperando el día que ingresen en un museo y que, ocasionalmente, vuelvan por la pascua de pentecostés a ocupar su puesto junto a su señora, la Virgen de los Ángeles.
Montagud dejó Getafe en 1927, el mismo año en que murió su amigo y vecino Juan Bergua. Regresó a la capital, exactamente a un quinto piso de la calle Alameda, entre la calle Atocha y la de Huertas. La nueva residencia estaba cerca del Museo del Prado, el lugar más indicado para que un pintor tuviera su estudio. Allí cerca, además del la mejor pinacoteca del mundo, estaba el Círculo de Bellas Artes, a donde solía acudir por las tardes que no tenía compromisos para unirse a las charlas y tertulias. Filiberto Montagud figuró en el año 1933 como actor secundario en el rodaje de la película «Miguelón o el último contrabandista» dirigida por el también escultor Adolfo Aznar. Anteriormente, en 1929, había sido el responsable del set decorador de «El gordo de Navidad».
Apenas acabó la guerra civil, en 1940, falleció su esposa María Luisa Pérez. Filiberto, además de seguir pintando y esculpiendo, trabajó durante esos años como jefe de personal en la empresa Central Siderúrgica.
En 1945 publicó una recopilación de poemas bajo el título Del amar y del dolor. No es la poesía, a nuestro entender, lo más destacado de la obra de Filiberto; sin embargo reproducimos la primera poesía del libro y que, si mantuvo un orden cronológico, podríamos fechar en 1897.
Adiós
Hermosa, voy a partir,
cuán amargo es un adiós,
si no se puede decir
nos volveremos a unir
en algún día los dos.
Y qué triste es el amar
si llega la vida a ser
como las ondas del mar,
que agitadas sin cesar
no se pueden detener.
Con lúgubre presentir
las vemos tristes huir,
y el corazón se desmaya,
porque ¿quién sabe la playa
a donde irán a morir?
El escultor Juan Ávalos, ligado en el imaginario nacional al régimen franquista por su trabajo en el mausoleo de Franco, y que en realidad había sido republicano y socialista, organizó en julio de 1961 una cena de homenaje a Filiberto Montagud, «extraordinario pintor y dibujante. A ese homenaje asistieron, además de Ávalos y Montagud, muchas primeras medallas de la Exposiciones Nacionales de Pintura y Escultura como Ballester, Orduña, Mateu, Prieto, Gabino Amaya y Pinazo, entre otros. Toda una constelación de estrellas.
Filiberto Montagud murió en 1963, cuando contaba ochenta y seis años de edad. El periódico Dígame sacó el día 5 de marzo de ese año una pequeña reseña del luctuoso óbito, pasando muy brevemente por su trayectoria artística. «Pintó hasta el último día, –según recuerda su nieto Manuel Reverte Montagud–. Estaba muy bien; todos los días subía y bajaba varias veces los cien escalones que le separaban de la calle Alameda, de sus cotidianos paseos por El Prado y sus tertulias.
A veces, –como le pasaba a Silverio Lanza: que no vendía más que unos pocos libros y solo a sus amigos–, cogía un ejemplar de su obra «Del amar y del Dolor», se sentaba en algún banco frente al Museo del Prado o en el Parque de El Retiro y luego, al marcharse, olvidaba premeditadamente aquel libro de hermosas poesías por si allí, el poemario, atento desde su sobrevenida soledad a las idas y venidas de los jóvenes artistas que rondaban la pinacoteca y a las parejas de enamorados que caminaban a la sombra de los gigantescos árboles, encontraba a ese lector deseado y esperado».

Filiberto Montagud pintando un día de campo en El Pardo


Otros Montagud
La hija de Filiberto, la famosa «Luisita» que hiciera el saque de honor al inicio del primer partido del Getafe Deportivo, se casó en septiembre de 1941 con Manuel Reverte Ferro, hijo de un redactor del diario ABC. El primer hijo de este matrimonio, Manuel Reverte Montagud, nacido en 1942, se casó en el mes de julio de 1970 en la iglesia de la Magdalena con Dña. Margarita Castro Vara; sus hermanos, Paloma y Luis Federico Reverte Montagud firmaron como testigos del enlace. El periódico ABC publicó la correspondiente nota de sociedad.

Manuel Reverte Montagud, pintado por su abuelo

Manuel Reverte Montagud ingresó en el Cuerpo General de Policía, tras terminar sus estudios en la escuela, como subinspector de segunda clase, siendo el segundo del escalafón [BOE de 12 de julio de 1965]. En 1980 accede, como tercero de la oposición, a la escuela de mando del cuerpo Superior de Policía. En 1980 estuvo destinado en la comisaría de Irún. Manuel Reverte Montagud fue nombrado por José Luis Corcuera comisario general de policía Judicial en 1992. En 1996 fue nombrado subdirector general de gestión y recursos humanos de la Dirección General de Policía, cargo que ejerció hasta noviembre de 2004. Su hermano, Luis Federico Reverte Montagud, trabajó como periodista en la agencia EFE y aparecía como vocal de la Unión de Periodistas en 1982; falleció en agosto de 1999, a la edad de 55 años.
María Luisa Montagud Pérez falleció el sábado 11 de mayo del año 2002 a la edad de 89 años. Una parte de la familia de Filiberto Montagud sigue residiendo en Getafe y manteniendo viva su memoria artística.

Estos versos que escribí 
en horas de insomnio fue,
añorando cuanto amé
y también lo que sufrí.
No muere la persona que es amada
Muchas veces del Norte, el crudo frío,
las cumbres de la Sierra encanecieron,
y otras tantas, los campos florecieron
al perder, para siempre, el amor mío.
Sueño eterno de todos mis amores,
único bien de esta mi triste vida,
que no fue para siempre ya extinguida
al continuo sufrir de mis dolores
por la constante fe y amor que encierra
el recuerdo de su imagen, tan viviente,
que aunque su cuerpo murió, en mi mente
vive, lo mismo que vivió en la tierra.
Por que ella no ha dejado de ser mía,
ni con toda pasión, de ser amada.
No ha podido, jamás, ser olvidada
ni un instante de la noche o del día.
¡No has muerto, no, porque tú vives en mí!
¡No muere la persona que es querida,
la que muere es aquella que se olvida,
y... yo nunca me podré olvidar de tí!
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Viñeta de Filiberto Montagud publicada en el periódico Madrid Cómico


Las cuatro entradas dedicadas a Filiberto Montagud constituyen el capitulo del libro Crónica de un viaje al ayer dedicado a insigne artista ligado a Getafe. La mayoría de las ilustraciones se reproducen por cortesía de la familia Reverte Montagud; también nuestro agradecimiento a la Congregación de la Virgen de los Ángeles por permitirnos fotografíar los "Ángeles de Filiberto Montagud", custodios de la Virgen getafense. Los poemas forman parte de la antología "Del Amar y del Dolor".
Obras propias o en las que participó
  • Los celos de Amparo. Juguete cómico en un acto y en prosa. Filiberto Montagud y Luis de Diego. Sainete. Sociedad de Autores Españoles. Imprenta de R. Velasco. Madrid, 1911. Digitalizada por la University of North Carolina at Chapel Hill.
  • Del Amar y del Dolor. Poesías 1897-1945. Filiberto Montagud y Díaz. Editorial Perman. Madrid, 1945. 
  • ¡Jesús, que malas lenguas! Sainete lírico en un acto y tres cuadros. Filiberto Montagud y Díaz. Música de los maestros Quislant y Carbonell. Imprenta de Pedro Toll. Barcelona 1909. 
  • La senda triste. Vicente Almela. Ilustraciones de Filiberto Montagud. El cuento semanal, núm. 162. Autores hispanos. Madrid 1910.
  • No hay burlas con el casero. Joaquín Belda. Ilustraciones de Filiberto Montagud. El cuento semanal, núm. 198. Autores hispanos. Madrid 1910.
  • ¡Allí hace falta una mujer! o ¡lo que hacen 10.000 piastras kurdas! Zarzuela; con libreto de Filiberto Montagud y música del maestro Aroca.
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