Los hechos ocurrieron hace dos semanas, cuando la televisión tuvo que pedir disculpas después de que miles de telespectadores increparon a Revillame y al público del programa, que jalearon al pequeño hasta que éste terminó llorando sobre el escenario.
El escándalo condujo incluso a la intervención del Gobierno de Filipinas y llevó a la mayoría de patrocinadores a retirar su apoyo al espacio, uno de los más vistos del país.