En nuestra relación con la realidad de nuestra vida diaria y nuestras relaciones personales, a menudo, cometemos errores. Muchos se deben a nuestra manera de pensar. Y es esto, y no las circunstancias, lo que nos genera emociones negativas como la ansiedad, la frustración, la inseguridad, la falta de confianza, el pesimismo, en definitiva, nos genera infelicidad.
Hay 15 tipos de Pensamientos Distorsionados, también llamadas, distorsiones cognitivas. Y desde el coaching, podemos trabajar para mejorar y eliminar este tipos de pensamientos, y con ello, las emociones que propician. Empecemos con el Filtraje.
Visión de Tunel
¡Esto es un desastre! ¡Ha sido un tremendo error! No hay nada más desagradable que lo que tú me has hecho ¡Esta situación es simplemente horrorosa! ¡No puedo resistirlo! ¡Hoy ha sido un día totalmente frustrante!Esto no hay quien lo soporte.
Al pensamiento filtrado, que nos produce la visión de tunel, le siguen unos sentimientos negativos que nos hunden en la infelicidad, la desesperación, la incapacidad para reaccionar de una manera efectiva.
Un tunel, recorta la realidad, las paredes, ocultan el resto, y solo nos dejan ver aquello en lo que nos enfocamos (por lo general, una parte negativa de lo ocurrido) De toda la situación, quien tiene esta distorsión, solo es capaz de contemplar un elemento de la situación, dejando de lado el resto. Todo lo ocurrido, queda resumido en un solo detalle.
Al poner en marcha nuestra visión de tunel, solo podemos ver las pérdidas, no valorando que incluso en una situación desfavorable, puede haber aspectos positivos. Otras personas, son sensibles a detectar el peligro de una actividad, cegándose a disfrutar del conjunto, que puede ser agradable. También podemos filtrar la realidad, centrándonos solo en las injusticias que se han producido, sin valorar el resto de lo ocurrido.
El filtraje no solo ocurre con la realidad diaria, también podemos aplicarlo a nuestros recuerdos. Al revisar el pasado, podemos experimentar y revivir determinados acontecimientos, filtrando de una manera selectiva, los episodios en los que nos hemos enfadado con alguien, los momentos de angustia, desesperación o depresión, sin recordar que también hubo momentos buenos a lo largo de una relación o de un día y hecho concreto.
Filtrar la realidad, nos hace tomar de algo, solo lo malo y al no valorar todo el conjunto, magnificamos lo negativo.
A través de las preguntas de coaching, podemos ayudar a quien cae en la visión de tunel, a abrir el objetivo y encontrarse con otras partes de la realidad que había estado filtrando sobre un hecho pasado, o sobre una realidad presente, incluso sobre acontecimientos que aún no han ocurrido.