Fin de año en Dublín: Día 1

Por Leyre Alcalde Gordo @Littlekoala82

Guías de Dublín de Anaya

Si me seguís en Instagram, sabréis que el fin de año lo pasé en Dublín. Y como casi todos mis viajes últimamente, fue un viaje improvisado de última hora. De hecho sacamos los billetes el 30 de noviembre, y el alojamiento tardamos unos días más. Aún así, los billetes nos salieron bastante bien de precio dadas las fechas en las que estábamos (unos 350€ los dos, con dos maletas facturadas) y el alojamiento (que cogimos a través de AirBnb) fueron unos 50€ la noche; lo malo es que estaba en las afueras, en un barrio llamado Kimmage, pero muy bien comunicado con autobuses directos al centro que te llevaban en 20 minutos, o a 10 minutos en taxi; quizás si lo hubiéramos reservado con mas tiempo hubiéramos encontrado algo más económico y mas cercano, pero no estuvo nada mal.
Como tuvimos que coger el autobús todos los días para ir de la casa al centro, nuestros amigos de Viajamosjuntos nos recomendaron sacarnos las Leap Cards; ellos lo explican muy bien en este post, pero en resumen con esta tarjeta el transporte sale un 20% más barato, y además si pagas en efectivo no te devuelven el cambio. Se puede comprar en cualquier tienda en la que veáis el símbolo en la puerta, cuesta 5€ y al finalizar el viaje podéis recuperarlos registrándoos en la web y dando de baja la tarjeta, ingresándoos el dinero en la cuenta bancaria que facilitéis.
Salimos el viernes 28 por la noche hacía Dublín, por lo que ese día sólo nos dio tiempo a instalarnos. Pero el día siguiente lo aprovechamos a tope. Como os comenté por Instagram, para organizar el viaje utilicé varias guías de Anaya y las recomendaciones de mi amiga 2.0 Anay. También me he inspirado en blogs como el de clarabmartin y lovelytravelplans. Y una de las recomendaciones que me dieron fue ir a Queen of tarts; yo además estaba deseando probar un desayuno típico Irlandés, así que fue lo primero que hicimos el sábado.

Éste fue mi delicioso desayuno típico Irlandés (Rubén se pidió una tarta de chocolate).


Queen of Tarts se encuentra en Cow´s Lane, Dame st.

Una vez con la tripa llena y un buen café (aun no sabía que estaba embarazada 🙈) nos dirigimos hacia el castillo de Dublín, que sólo vimos por fuera pues teníamos tanto que ver que no quisimos entretenernos mucho.





Una vez visto el castillo y sus alrededores, nos dirigimos hacia la catedral de San Patricio, que sí queríamos ver por dentro. No recuerdo el precio, pero a mi me hicieron descuento por ser profesora, así que acordaos siempre de llevar la tarjeta y no dudeis en preguntar si tenemos descuento. Tengo entendido que durante la misa la enrada es gratis, así que si tenéis más tiempo podéis consultar los horarios y aprovechar para verla sin pagar.

La catedral es muy interesante de ver, ya que hay zonas en las que explican la historia de Dublín, también hay estatuas que recuerdan a personajes famosos y su pila bautismal se conserva desde la Edad Media. También hay una zona ineractiva para niños.
La siguiente parada fue en Harcourt street para ver las típicas puertas de colores, aunque la calle más típica para verlas es Merrion street, pero ésta nos pillaba de camino al parque St. Stephen´s Green, donde no nos entretuvimos mucho, aunque quizás en otra época del año hubiera sido un lugar estupendo para comer, eso sí, con mucho cuidado de que las gaviotas no te quiten el bocadillo 😂.

Puertas de colores en Dublín

Parque de St. Stephen´s Green

Gaviota en St. Stephen´s Green

Después nos dirigimos hacia Merrion square, otro parquecito más pequeño, donde se encuentra la estatua de Oscar Wilde (también se puede visitar la casa donde nació). Aprovechamos también para preguntar por el horario del museo nacional de Arqueología, pues queríamos visitarlo el 1 por la mañana antes de volver a España (es de los pocos que abren el día 1 de enero).

Estatua de Oscar Wilde


Fachada de Merrion street


Pastelería en Merrion st. (a estas horas ya quedaba poca cosa)

De allí pusimos rumbo a Grafton street, una de las dos principales calles de tiendas de la ciudad para después ver la statua de Molly Malone. ¿Conoceis la leyenda? dicen que si le tocas un pecho volverás a Irlanda (si quereis saber si volveré id a ver la foto a Instagram 😉).

Centro comercial Brown Thomas




Y ya por fin, ¡paramos para comer! No recuerdo el nombre del pub, pero hay un montón de sitios donde elegir con menús con un par de platos (nosotros comimos soup of the day y sandwich, que es lo más típico que encontrareis, y un par de cervezas).
Por la tarde, otro café para coger fuerzas y ver el Trinity College, en especial su biblioteca, pero tuvimos la mala suerte de que estaba cerrada por reformas. Fue una pena, porque es la biblioteca más antigua de Irlanda, donde se guarda la mayor colección de manuscritos y libros impresos del país, y el famoso libro de Kells. Solo pudimos ver los jardines y nos sorprendio ver las Esferas Concéntricas (o Sfera con Sfera) que también vimos en los jardines del Vaticano (podéis leer sobre ellas aquí).

Esferas concéntricas


El resto de la tarde nos lo tomamos con más calma y lo dedicamos a pasear por O´ Connel street,la otra calle de compras que os comenté antes, para terminar en el barrio de Temple Bar, cenando en la Bad Ass café (9-11 Crown Alley) que nos gustó mucho; pedimos un plato combinado para compartir que fue más que suficiente para los dos y un par de cervezas; antes de irnos,en la planta baja, disfrutamos de un rato de música en directo. Y, por supuesto, nos hicimos la foto obligatoria en el Temple Bar, aunque es muy, muy dificil hacerla sin gente.



Nuestra cena en Bad Ass



Aunque la comida la hicimos a hora española, la cena la tomamos a hora irlandesa, y a las 21:30 estábamos en la casa dándonos una ducha para acostarnos pronto (¡madre mía lo que nos cundió el día!) porque al día siguiente madrugábamos para hacer una excursión al parque nacional de las montañas de Wicklow, pero que os contaré en un próximo post.
¿Habéis estado en Dublín? ¿Qué otros lugares hubierais visitado?