Fin de década (y iv)

Publicado el 15 diciembre 2009 por Alfonso

Tercer y último resumen deGENERACIÓN PERDIDA 2.0 con lo más destacado de la primera década del XXI.GADGET: iPhone 3GS.HOGAR: Apagón analógico.WWW: Youtube.COMUNICACIÓN: HBO.EMPRESA: Google.
ECONOMÍA: Joseph E. Stiglitz
ACONTECIMIENTO: La crisis.
FECHA: 11 de septiembre de 2001.
VOCABLO: Euro.
COMPROMISO: Benazir Bhutto.POLÍTICA: George W. Bush.PERSONAJE: Osama Bin Laden.
¿Por qué estos? He aquí mis razones, claro que tengo tantas como Groucho Marx principios. Desde que los ordenadores irrumpieron en la vida cotidiana, el mundo no es el mismo. Hoy, las enciclopedias, la música, la lectura, los cuadros, han dejado de ser tangibles. O sigues en la infancia o te subes al carro (verde, of course). En Google han sido de lo más aplicados, claro que recordemos que hace nada las puntocom eran el futuro. Y, de acuerdo en que las redes sociales han cambiado hasta la forma de relacionarnos las personas, pero no de todas: hay grupos de resistentes y de excluidos. Ahora bien, quien no haya visto jamás un video en Youtube que mande un e-mail desde... ¿el iPhone?, ese smartphone de Apple que, ¡reconozcámoslo!, se tiene o se envidia. Con sus casi cien mil aplicaciones o sin ellas.En estos diez años, en los hogares, y con las lavadoras iónicas, los aseos autolimpiables y los robots-mayordomos todavía no convertidos en una realidad, sin sustitutos de los frigoríficos, microondas o placas vitrocerámicas -sólo se reinventa el calentamiento del agua: ¿sueñan los diseñadores con cafeteras eléctricas?-, la televisión sigue siendo la reina, sin sobrepeso, todo lo contrario. En ella te refugias o frente a ella te reúnes: a jugar, a gritar al de negro, a comprobar tu número de lotería, a morirte de asco, a aprender a besar, a comprar... Tras el apagón, el dinero fluirá de las cuentas corrientes a las grandes cadenas sin enterarnos. HBO, con The Sopranos como bandera, ha leído el futuro más inmediato mejor que nadie. Claro que ya lo dicen ellos mismos: esto no es televisión. Mientras, la radio y la prensa cada día más localistas -¿a pesar de la globalización o por su culpa?-, con el mismo panorama y respeto que el código morse o el esperanto.
El 11 de septiembre de 2001 New York veía caer sus torres. La aviación dejaba de ser segura. Se tomaban medidas. El 15 de septiembre de 2008 New York veía caer Lehman Brothers. La banca dejaba de ser segura. ¿Se tomaban medidas? ¿Habían pasado 7 años ó 4 días? Si alguien duda al responder es que no sabe de la velocidad/voracidad de la sociedad postindustrial. Stiglitz ya había criticado a los fundamentalistas del libre mercado, al Fondo Monetario Internacional, al Banco Mundial. Quizá no sea más listo que el resto de sus colegas, pero al menos no es tan tonto. Y el mundo confundiendo dólares y euros con yuanes chinos. El euro, esa palabra que hizo que para algunos 166,386 resultase igual a 100.
Que el presidente durante 8 años del país más poderoso del mundo occidental, que mientras Asia no diga lo contrario equivale a decir del mundo todo, haya sido nefasto hasta para sus votantes, no quiere decir que no fuese el político más importante de su era. Lo de su sucesor Alabado Obama, está por descifrarse todavía. Y que el amado monstruo de Bushito, Usāma bin Muhammad bin 'Awad bin Lādin, ha sido el personaje de la década, lo saben desde la isla de Cuba hasta Karachi, ciudad pakistaní donde nació una mujer que demostró lo que es coraje: Benazir Bhutto. Las acusaciones de corrupción que le achacó la prensa son nimiedades. ¿Dónde han ido a parar? Si los políticos les siguen dando juego a los medios de comunicación más tradicionales es porque saben que la llegada de la tecnología no les puede reportar ningún beneficio. Quebraderos de cabeza, en todo caso.
La próxima década se avecina plagada de actividad paralineal. En ello estamos.

En sentido de la lectura occidental: logotipos de Google; apps del iPhone 3GS; B. Bhutto; web de Youtube; O. Bin Laden; 9/11; George W. Bush; despidos en Wall Street; web de HBO; Eurotower; J. E. Stiglitz y mesa de control de un centro emisor de televisión.