Fue el broche de oro. El cierre perfecto. La última sinfonía. Como para desacreditar a los profetas del apocalípsis que habían anunciado un fin de ciclo por un par de resultados negativos. Como para dejar definitivamente claro que se trata del mejor equipo de los últimos 30 años, si es que no de la historia. Con un vendaval de fútbol, el Barcelona derrotó 3-0 al Athletic de Bilbao y se consagró campeón de la Copa del Rey, en el último partido de Pep Guardiola como entrenador de la orquesta catalana.
Todos abrazan a Pedro, goleador de la noche
El arranque fue demoledor, para no dejar ninguna duda de cuál sería el desarrollo del partido. Antes de los 30 segundos, el Barca tuvo la primera ocasión en los pies de Lionel Messi, quien volvió a brillar una vez más aunque ya no sea noticia. Un minuto más tarde fue Pedro el que no pudo definir, y vio como su remate se iba desviado al córner. De ese tiro de esquina llegó una nueva chance, y esta vez sí terminó en el fondo de la red: Pedro capturó un rebote, y de primera la mandó a guardar. Todavía no se habían cumplido tres minutos.
Tras la conquista, el conjunto catalán siguió fiel a su libreto: la pelota siempre al pie, presión bien arriba para recuperarla lo más rápido posible en caso de perderla, y solidaridad en todos los sectores de la cancha. Así, con la naturalidad que ofrecen los procesos de los cuales ya se conoce el resultado, siguieron cayendo los goles. A los 20, un delicioso pase de Andrés Iniesta fue capturado por Messi, quien controló de zurda y definió de derecha para el 2-0. Casi 5 minutos más tarde, nuevamente Pedro, esta vez tras una cesión de Xavi, decoró el resultado.
Mientras tanto, el equipo dirigido por Marcelo Bielsa hacía lo que podía, lo que su rival le dejaba. Pudo haber descontado en forma inmediata, pero el árbitro no observó un penal de Piqué a Llorente. Hubiera sido un tanto con valor psicológico, pero seguramente nada hubiera cambiado.
En el complemento se vio a un Barcelona menos asfixiante y a un Athletic más ordenado, causa y consecuencia una de la otra, a gusto del consumidor cuál es cuál. El combinado vasco comenzó a llegar con mayor asiduidad, pero no tuvo la pericia (o la suerte) suficiente para marcar. Por su parte, los culés continuaron amenazando el arco de Iraizoz, pero ya no pudieron doblegarlo, a pesar de que Messi estuvo a punto de hacer un gol de antología.
Guardiola se va del Barcelona por la puerta grande
Con este 3-0 se cierra el fantástico ciclo de Guardiola al frente del Barca. En 4 temporadas consiguió 14 títulos sobre 19 disputados, pero no será ese su legado más importante sino la manera de lograrlos. La incógnita para el futuro será saber si el equipo logrará mantener el nivel bajo las órdenes de Tito Vilanova, hasta hoy asistente de Pep.