Fin de la hiperinflación en Venezuela (I)

Publicado el 17 enero 2022 por Jmartoranoster

Pasqualina Curcio

Los precios en la economía venezolana han variado menos del 50% mensual los últimos 12 meses. Por convención, cuando esto ocurre, se dice que ya no hay hiperinflación. Según datos del BCV, la inflación de diciembre 2021 fue 7,6%. La última vez que la variación de los precios fue mayor al 50% fue en diciembre de 2020, 77,5%. Los venezolanos vivimos meses en los que la inflación llegó a ubicarse en 196,6% mensual, no por casualidad fue en enero de 2019, cuando de manera ilegal se auto juramentó Juan Guaidó como presidente “interino” de Venezuela e intentó ingresar “ayuda humanitaria” por Colombia mientras EEUU aprobaba una ley otorgándole la competencia de administrar los bienes de nuestra República. 

De acuerdo con esa convención teórica podemos afirmar que, desde enero 2022 ya no estamos en hiperinflación, lo que no significa que no haya habido un aumento considerable de los precios en 2021. Entre enero y diciembre el pasado año, estos variaron 686,4% (BCV), es decir, lo que el primero de enero de 2021 tenía un precio igual a 1 BF, el 31 de diciembre del mismo año marcaba 7,86 BF.

Qué hizo que se detuviese la hiperinflación es la primera pregunta que debemos hacemos. 

¿Apagaron la maquinita de hacer dinero?

Los economistas de derecha que de manera dogmática basan su análisis en la teoría monetarista afirman que se detuvo la hiperinflación gracias a que el gobierno comenzó a ser disciplinado en lo fiscal y monetario. En cristiano eso significa que, según ellos, durante el 2021, el BCV a diferencia de los años anteriores, no aumentó la cantidad de bolívares que hacía que incrementaran los precios. Es el caso que, nada tiene que ver la cantidad de dinero con la inflación en Venezuela, los propios números del BCV desmontan tal discurso. 

A ver, en 2017 la cantidad de dinero aumentó 71% (nos referimos a la cantidad de bolívares necesarios para el tamaño de la economía, M2/PIB), ese mismo año, la inflación fue 863%, todavía no estábamos en hiperinflación, de hecho, inició a finales de ese año. Luego, en 2018 comenzó a caer la cantidad de dinero, ese año la disminución fue de 35% de los bolívares con respecto a los que circulaban en 2017, pero resulta y acontece que la inflación alcanzó niveles de 130.060%. En 2019 siguió cayendo la cantidad de bolívares, la disminución anual fue 23% y los precios siguieron aumentando: la inflación en 2019 fue 9585%. En 2020, continuó la caída de la cantidad de bolívares, disminuyó 40% pero seguíamos en hiperinflación la cual se ubicó en 2960% en 2020. Contrario a lo que dicen los monetaristas, 2021 fue el año en el que menos cayó la cantidad de dinero, ésta disminuyó solo 12% con respecto al 2020 y sin embargo, fue el año en el que salimos de la hiperinflación. No hay relación entre la cantidad de dinero que ha circulado en la economía con la inflación. 

La cantidad de bolívares que circula en la economía está cayendo desde el año 2014. Según datos del BCV los bolívares que se necesitan en nuestra economía han disminuido 75% desde enero 2014 hasta diciembre 2021. En 2014, por cada 100 bolívares que se producían circulaban 66, en 2021, por cada 100 bolívares que se producían circulaban 17. Sin embargo y contradictoriamente a la teoría cuantitativa del dinero, durante el mismo período, los precios aumentaron, según el BCV, 517.766.910.873%.

Al no ser la maquinita de dinero lo que está explicando el cese de la hiperinflación, nos preguntamos entonces qué lo está explicando.

¿La oferta y la demanda de divisas logró contener el tipo de cambio?

Otros economistas, también dogmáticamente monetaristas, al reconocer que no existe ninguna relación entre la cantidad de dinero y la inflación, comenzaron a afirmar que los precios en Venezuela no dependen directamente de la cantidad de dinero, pero que la cantidad de bolívares si está influyendo en el tipo de cambio y que éste, a su vez, es el que incide en los precios. 

Es un gran paso el que hayan reconocido que la inflación en Venezuela depende directamente del tipo de cambio del bolívar con respecto al dólar y que hayan también aceptado su grave contradicción de que no ha sido la liquidez monetaria lo que ha incidido sobre los mayores precios. Sin embargo, hay un detalle, el bolívar se ha depreciado 741.029.641.086% desde el 2014 pero no porque haya aumentado la cantidad de bolívares como afirman. Por el contrario, como mostramos antes, la liquidez monetaria ha disminuido. En 2018 el bolívar se depreció 65.494% a pesar de que ese año cayó 35% la cantidad de bolívares. No tiene nada que ver la cantidad de bolívares con el tipo de cambio. 

Hay otros monetaristas que, aunque reconocen que es el tipo de cambio lo que está explicando la inflación, no se van por el lado del supuesto aumento de demanda de divisas, sino que tratan de explicar la depreciación del bolívar por el lado de la oferta. Dicen que el tipo de cambio se “estabilizó” en 2021 porque el BCV intervino en el mercado cambiario ofreciendo divisas y por eso, según ellos, se detuvo la depreciación. Es el caso que, tampoco tiene que ver la mayor oferta de divisas con la desaceleración de la depreciación del bolívar, si no ¿cómo explican, por ejemplo que en 2018, cuando ingresaron 33.000 millones por exportaciones al país y con 8.000 millones de reservas, el bolívar se depreció 65.494%, mientras que en 2021 que escasamente ingresaron 9.000 millones por exportaciones (de acuerdo con el mensaje presidencial del 15-01-2022, las exportaciones aumentaron 4,9% con respecto al 2020) y reservas en 6.000 millones de dólares, la depreciación fue tan solo del 150%? 

El aumento de la oferta de divisas a través de la intervención cambiaria del BCV que, según algunos analistas estuvo por el orden de los 1.500 millones de dólares en 2021, no es la explicación de la “estabilización” del bolívar. Dicha intervención solo ha implicado quemar las pocas divisas que están ingresando.

A todas estas, las anteriores afirmaciones que esgrimen los monetaristas para tratar de explicar el fin de la hiperinflación no están sustentadas ni en datos ni mucho menos en análisis econométricos. No he visto el primer estudio relacionado. 

Surge entonces la pregunta de las 64.000 lochas ¿Por qué se ha desacelerado la depreciación del bolívar en 2021 al punto de detenerse la hiperinflación? Mis respuestas y análisis en la siguiente entrega.