Ayer por la tarde fue la entrega de notas en el colegio y la verdad es que estamos muy contentos. G aún tiene que reforzar un poquito alguna asignatura pero sobre todo la atención, la profesora coincide conmigo en que realmente tiene falta de atención. A ha sacado muy buenas notas y está requetecontenta. En general la primera evaluación ha ido bastante bien para los dos en todos los sentidos y eso nos hace sentir bastante satisfacción.
Aproveché el momento para hablar con la profesora sobre lo sucedido el viernes. Ya comenté en nuestra página de Facebook que recogí a G malito, había vomitado dos veces y nadie me avisó en ningún momento. Según la profesora sólo le vio vomitar una vez en clase, y como después le vio bien lo dejó estar. Me sentí bastante enfadada con el pasotismo pero no quise armar ningún jaleo que no beneficiaría a nadie. Eso sí, le dejé claro que eso no puede volver a suceder y si el niño no está bien se me debe avisar. G es en ese sentido, un niño bastante duro. A menos que tenga fiebre ya muy alta ni siquiera le ves decaído, sino jugando como siempre, pero eso no quiere decir que no esté enfermo. Espero que no vuelva a suceder con ningún niño.
Por otro lado con las notas del peque nos entregaron un papel con consejos y un bonito texto que quiero compartir en el blog.
Cómo comprender y ayudar a nuestros hijos:
1- Conocer a sus hijos e interesarse por ellos.
Conocer a cada hijo es vivir más cerca de él, saber cuánto puede dar de sí para exigírselo.
Mantener un estrecho contacto con sus profesores, que, sin duda, pueden ayudarles a que les conozcan más y mejor.
2- Estimular su interés por el estudio, motivarle.
Mediante un ambiente de valoración adecuado del aprendizaje y del estudio.
3- Animándole a estudiar.
Valorando el esfuerzo y la dedicación de su hijo a los estudios, más que los resultados.
Resaltando sus progresos, aunque no estén a la altura de lo que a ustedes como padres les gustaría.
4- Fomentar su responsabilidad.
Su hijo debe sentir que, al igual que sus padres cumplen con sus obligaciones, él debe cumplir con la suya: estudiar. Hay que hacerle ver que el estudio es su responsabilidad y no la de los padres.
5- Evitar:
Desanimarle y desanimarse al primer tropiezo
Imponerle castigos que después no se cuplan, pues pierden su eficacia.
Reprocharle constantemente sus malos resultados.
Hacer las cosas por él.
Hacer continuas comparaciones con otros hijos, vecinos o compañeros que estudian más que él.
6- Favorecer las condiciones adecuadas al estudio:
Un ambiente familiar tranquilo, donde existan unas relaciones basadas en la confianza, la comprensión, la comunicación.
Un ambiente familiar en el que exista una actitud positiva hacia el centro donde se educan sus hijos y no sólo para ir cuando les llame el tutor, sino participando en la vida del centro.
7- Adecuadas condiciones de estudio:
A ser posible, siempre en el mismo lugar.
En un lugar que favorezca la concentración y el silencio; lejos de la televisión y de ruidos y molestias que distraigan.
Procurando que estudie todos los días y, a ser posible, siempre a las mismas horas. Ha de cumplir su propio horario.
Hasta aquí las pautas/consejos que ha entregado el centro, en las que estoy de acuerdo con algunas y en otras igual no tanto, al menos en la forma en que se ha expresado.
Y ahora el texto que sí me gustó mucho.
Si un niño es criticado, aprenderá a condenar.
Si un niño vive en un medio hostil, aprenderá a ser agresivo.
Si un niño vive con miedo, se sentirá inseguro y medroso.
Si a un niño se le tiene lástima, aprenderá a tener lástima de sí mismo.
Si a un niño se le somete al ridículo, se hará tímido y sentirá vergüenza de sí mismo.
Si a un niño se le censura y recrimina constantemente, llegará a sentirse culpable por sus acciones.
Si a un niño se le alienta y se le estimula, aprenderá a confiar en sí mismo.
Si un niño vive en un ambiente tolerante, aprenderá a ser tolerante y paciente.
Si un niño recibe elogios y alabanzas, aprenderá a elogiar a los demás.
Si un niño es querido y aceptado, aprenderá a amar y aceptar.
Si un niño es valorado positivamente, se formará un concepto positivo de sí mismo.
Si un niño vive en un ambiente que le da seguridad, aprenderá a tener fe en sí mismo y en las personas que le rodean.
Si un niño vive con amistad, creerá que el mundo es un lugar bueno para vivir.
Si el niño vive en un ambiente pacífico y sereno, amará la paz y vivirá con respeto a los demás.