Fin de semana en las Hoces del Duratón: qué ver en la zona

Por Mundoturistico

El parque natural de las Hoces del Río Duratón es sin duda una de las paradas más recomendables si buscamos paisajes singulares en España. Ubicado en la provincia de Segovia, a tan solo dos horas escasas desde Madrid, ofrece una vista singular de grandes paredes de roca abiertas a partir del río y que forman meandros y herraduras naturales que son un lujo para la vista. Además, es un espacio protegido que acoge a la comunidad de buitres leonados más grande de Europa. ¡Un destino súper atractivo con infinitas cualidades para un fin de semana inolvidable! Te contamos qué ver en la zona.

Para recorrerlo, nosotros hicimos parada en Sebúlcor, un pueblo sin muchos atractivos pero muy bien situado para conocer las hoces. Solo hicimos una noche allí, por lo que llegamos para comer; eligiendo el restaurante ​​Olegario´s Tabernen. Cuenta con una amplia terraza, ambiente local y buena comida. Además, el tiempo de la zona suele acompañar pues aunque hacía sol, la temperatura no suele llegar a ser muy extrema. Una opción ideal para escapar del infierno de Madrid en la mayor parte del verano.

Conocer las Hoces del Río Duratón en piragua

Esa misma tarde alquilamos unas piraguas para conocer el parque natural desde dentro. Para ello, es importante elegir la empresa que hace los recorridos en la zona protegida, ya que además de estar más solos, se cruzará la zona del río de más valor ecológico. Se trata de Hoces del Duratón S.L., que además parte de un embarcadero menos concurrido. Nosotros quedamos encantados con la experiencia.

Los trayectos parten de Sebúlcor, donde la empresa tiene su oficina, y desde este punto hasta el embarcadero se va en vehículos de la empresa. No obstante, está cerca. Después de recibir una clase teórica rápida, nos disponemos a subir en las piraguas, biplaza y seguras. Los monitores insisten en que haciendo todo correctamente, es prácticamente imposible caerse de la piragua. Una vez en el agua, el grupo va unido, si bien se tiene bastante libertad y se disfruta muchísimo del entorno, apenas compartido con nadie, más allá de la gran cantidad de buitres que cruzamos.

Ellos son protagonistas de la mayor parte de lo que nos cuenta del parque el monitor, más allá de alguna planta del lugar. Actualmente hay más de 700 parejas de este ejemplar en la zona, que se va recuperando progresivamente. Además de conocer sus épocas de reproducción y cría, lo más curioso es que durante el camino, los monitores ayudaron a un buitre a salir de unos arbustos en los que se había quedado encallado. Nos contaron que esto les sucede a las crías cuando se tiran de lo alto de las paredes de roca pero al intentar volar lo hacen tan bajo que se encuentran con obstáculos como este. Por eso, lo dejaron a una orilla donde recibiría la asistencia de su madre y luego subiría para volver a intentar volar.

Las mejores vistas de las hoces del Duratón: el mirador de la Ermita de San Frutos

Aunque la mejor experiencia del fin de semana fue sin duda ese pedazo de paseo en piraguas, no fue sin embargo el único momento especial. Quizás a ras de río, las vistas, aunque de naturaleza frondosa, no son las mejores de la zona. Para gozarlo con una panorámica única, debemos dirigirnos al mirador de la Ermita de San Frutos, situado a escasos metros de este centro religioso abandonado.

Salvando las distancias, con un ejercicio de imaginación, uno puede recordar otros paisajes similares como la Horseshoe Bend en Arizona. En las Hoces del Duratón también podemos disfrutar de un meandro en forma de herradura y de una inmensidad propia de la naturaleza más salvaje. Nosotros estábamos casi solos durante este camino y nos encantó. No hay que andar demasiado y nos alegramos, ya que por entonces yo comenzaba a dar los primeros pasos de mi embarazo y no estaba especialmente fuerte físicamente.

La ermita de San Frutos es una edificación románica de siglo XII cuya creación se atribuye a San Frutos y sus dos hermanos, que eligieron este lugar para dedicarse a la vida contemplativa. Como curiosidad, este lugar fue elegido por el equipo de la exitosa serie La Casa de Papel para ser escenario de uno de sus más memorables momentos: la ideación del robo al Banco de España.

Los pueblos de alrededores: Sepúlveda y Pedraza

Pero no solo de atractivos naturales vive la zona de las Hoces del Duratón. En su entorno hay pueblos realmente bonitos que te recomiendo visitar antes de irte a casa. Tras el día con las piraguas, nos cambiamos y fuimos a cenar a Pedraza. Ya desde las afueras se aprecia el tipo de pueblo que es: pintoresco, en mitad de la naturaleza y con encanto extra en las épocas cercanas al estío.

Sepúlveda

La vida del lugar se arremolina en torno a la Plaza Mayor, donde llama la atención que  el castillo de Sepúlveda soporta el edificio del Reloj. Después subimos hasta la Iglesia románica del Salvador en Sepúlveda en Segovia, donde se pueden ver buenas vistas panorámicas de la zona. Después dejamos caer el día paseando sin más intención.

Para cenar, no podíamos irnos sin probar uno de los manjares culinarios de Segovia: el cochinillo. Elegimos el restaurante El Asador El Panadero, colocado en quinto lugar por Tripadvisor como el quinto en calidad del pueblo. Y no nos defraudó en absoluto. Devoramos el plato que estaba en una condición ideal: churruscadito por fuera; y suave y cremoso por dentro. Aunque no fue barato (82 euros en total) mereció la pena porque no todos los días estamos por esa zona probando su mejor gastronomía local.

Pedraza

Por último, visitamos Pedraza de camino a Madrid. Es un pueblo precioso; completamente empedrado y cuidado hasta el último detalle. El castillo es su monumento más conocido, aunque nosotros no entramos porque este fin de semana estábamos algo cansados. Por eso, no hicimos otra cosa que pasear sin rumbo y disfrutar de un fin de semana fuera de casa, respirando aires nuevos.

Dónde dormir: la Posada del Duratón

El hotel que elegimos para dormir fue también una sorpresa del viaje. La Posada del Duratón es un alojamiento original y catalogado como boutique. Aunque tiene una decoración antigua y rural, reúne muchos de los atractivos de lo retro, por un precio económico además. Si lo eliges para una noche especial, te recomiendo que reserves una habitación doble superior o suite, ya que son realmente especiales.

El exterior llama la atención de lo cuidado y bonito que está; y además tienen buen restaurante en el mismo hotel. Una gran opción para llenar de comodidad un fin de semana en las Hoces del Río Duratón. La empresa donde hicimos la actividad de piraguas tiene la recogida de los usuarios muy cerca de este alojamiento.