Como he comentado aquí otras veces, los 60-70 son mi época favorita, no sólo musicalmente (aunque en especial en este sentido), sino por el movimiento hippie, la forma que estos tenían de ver la vida y cómo la gente se implicaba tanto en tantas luchas que entonces parecían imposibles pero que cambiaron mucho el mundo (la libertad sexual, el racismo, las guerras, la intolerancia...). Si pudiese elegir, me encantaría haber sido joven en esa época, y haberla vivido en Londres, con algunas escapadas a EE.UU.
Por eso, os podréis imaginar que este fin de semana he estado en mi salsa, lo he pasado realmente bien, me he trasladado en definitiva a mi época favorita, por un lado gracias al concierto de The Yardbirds, y por otro de la mano del documental When you´re strange de Tom DiCillo sobre The Doors, uno de mis grupos favoritos desde que era una cría.
Como digo, The Doors han sido siempre uno de mis grupos favoritos, así que no podía perderme este documental. Soy consciente de que, al ser fan del grupo, no puedo ser objetiva con esta recomendación, y no tengo muy claro que una persona a la que no le interese el grupo le vaya a gustar ir al cine para ver un documental del mismo. Aún así, está impecablemente hecho, contiene material totalmente inédito, y con la increíble voz de Johnny Depp como narrador, recorremos el ascenso y caída de un grupo que movió masas. Jim Morrison, como no, es el gran protagonista, un genio autodestructivo que murió con tal solo 27 años por su abuso de las drogas y el alcohol de un ataque al corazón. Sin embargo, en tan poco tiempo agitó conciencias, crearon algunas de las canciones más increíbles del rock, y sacudieron a la puritana sociedad norteamericana, que llegó a organizar mítines para acallar al grupo. La actitud sexy y descarada de Morrison, su negativa a seguir las reglas, le hacían el punto de mira perfecto para una sociedad hipócrita, que por un lado condenaba la libertad sexual y por otro alentaba la violencia Una frase que me ha llegado de la película es la que dice Depp a propósito de Morrison, para él la obediencia era un especie de suicidio. Era muy guapo, sí, y un gran cantante y poeta, pero lo que más me gusta de él es que reune las características que más me gustan de una persona: era un espíritu libre, vivía la vida a su manera, y sobretodo, no dejaba que nadie le dijese cómo tenía que vivir o qué tenía que decir. Otro gran punto a favor del documental es que nos muestra a un Jim alegre y divertido, consciente de su gran atractivo con el público y que disfruta de esa atención y juega con ella. Y por supuesto, todo ello, con la increíble música de The Doors de fondo, sus conciertos, sus discos, todo un legado que podemos seguir disfrutando hoy en día. Y esto sí que lo recomiendo a todo el mundo, si aún no conocéis a The Doors pararos un momento a escuchar cualquiera de sus canciones, aunque para mí el mejor de todos sus álbumes es L.A. Woman por sus profundas raíces tomadas del blues.
El otro momento retro lo viví el viernes por la noche en el concierto de The Yardbirds en la sala Heineken. Aunque del grupo original ya sólo queden el batería Jim McCarty y el guitarrista, Chris Dreja la actuación fue impecable. Hay que recordar que por esta formación pasaron leyendas como Jimmy Page, Eric Clapton o Jeff Beck. La formación actual hace un repaso por todos sus grandes éxitos, si bien incidiendo en aquellas canciones de la banda más blueseras. Han cogido a unos excelentes músicos jóvenes que consiguen acercarnos un poquito el espíritu de lo que fue este grupo en su momento. No he encontrado vídeos de su actuación en Madrid, así que os dejo otra de su gira de este año.