Fin del mundo, no sé. Caridad, sí.

Por Santos

Pregunta: Sabe como se prepara la Iglesia como institución, para los tiempos que vienen. Me refiero al Vaticano y al final de esta era y el comienzo de una mejor pero pasando por la expiación del Mundo. Que por la Biblia y revelaciones de tantos Santos saben que es inminente? Argentina.

Respuesta: Con respecto al fin del mundo, la Iglesia predica lo que siempre ha dicho y lo único certero que dice la Biblia: No se sabe ni el día ni la hora. La Iglesia anima a vivir en fe, esperanza y caridad, no por el fin del mundo (de hecho este es un tema normalmente ausente en la predicación), sino como signo de lo que debe ser la vida de un cristiano, preparado para el encuentro personal, actual, y también al final de su propia vida, en Cristo. A esto es a lo que invita y sobre lo que predica la Iglesia, a vivirlo cada día.

En cuanto a esa inminencia del fin de los tiempos, nada lo confirma, ni lo desmiente. Ni las revelaciones de algunos santos, que si bien son santos, pueden estar equivocados. La iglesia al canonizar no dice que hay que creerse todo lo que dijeron, sino que su vida es imitable y sus escritos pueden (no "tienen") servir de guía o inspiración y, sobre todo, que no tienen nada contrario para la fe. San Vicente Ferrer (+1419) anunciaba la inminencia del juicio final y mire si no ha llovido desde entonces (en la imagen).

Escritos apocalípticos, de tanto gusto por algunos, se ceban en catástrofes, enfermedades, "signos", etc, etc... (olvidando que enfermedades y catástrofes hay desde siempre) inundando con el miedo a muchos cristianos, dejando de lado la respuesta de Cristo "ni el Hijo del Hombre sabe cuando será". La predicación basada en el castigo, el miedo y el fin del mundo, hace tiempo está superada por la Iglesia, al menos oficialmente; lo cual no implica que surjan y resurjan religiosos o laicos que saben, escriben y hablan más de estos temas que de la sencillez del Evangelio y la caridad.

Se toman más en serio los símbolos del apocalipsis, que son solo eso, imágenes figurativas (tanto las de catástrofes como las paradisíacas) basadas en la realidad circundante, elevadas a un plano espiritual; pues decía, que son tomadas más en serio que las sencillas palabras del Evangelio sobre el perdón, la misericordia y la paz. Eso sin hablar que al recrearse en un Dios arrasador, vengativo y castigador, dejan entrever sus verdaderos sentimientos hacia ese Dios y los demás.

Lo inminente es dejarse amar por Dios, y tener caridad con los demás, hoy, ahora. Eso sí.